Estamos en el umbral de una de las celebraciones más emblemáticas del mundo cristiano… el «Día de Navidad», donde conmemoramos la llegada del Mesías a esta tierra y es que lo que reviste el nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios, tiene una trascendencia universal.
Desde la concepción del Mesías el Mensaje ha sido claro, la esencia misma del Hijo del Altísimo trajo consigo lo relevante que es para Dios la obediencia y la humildad de espíritu, escenificado esto en la entrega total de la virgen María a la voluntad de Dios ante la importante enmienda expresada a través del Ángel Gabriel; aunque esto para ella significaba grandes y trascendentales cambios en su vida secular, no dudo ni un momento…no objetó, ni cuestionó…era la voluntad del Todopoderoso…María poseía la virtud que Dios necesitaba que la hizo especial ante sus ojos.
En cuanto a la humildad, todo lo concerniente al nacimiento de Jesús declara esta virtud…el Señor mostró lo que ante El tenía valía, nos enseña donde está la verdadera riqueza…el anuncio del nacimiento del Mesías tuvo en las huestes celestiales una connotación apoteósica y esto lo declara en Lucas cap. 2 vers. 13, sin embargo, aquí en la tierra la gran noticia fue notificado a los pastores de rebaño, un sector de la sociedad de quinta o sexta categoría a quien Dios le plació anunciar el gran acontecimiento y la cita dice así:
Lucas 2:8 al 14: Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: !! Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
El mensaje en si trajo noticias de gran gozo. Celebremos con júbilo y alegría un aniversario más de este gran acontecimiento que cambió la historia de la humanidad. Es la fiesta de la victoria sobre la muerte y el pecado, compartamos con los nuestros esa gran noche de ¨Noche Buena¨, y de ¨Buenas Nuevas de Salvación¨ recordando que el mayor de los festejos es que nuestras vidas en todo tiempo reflejen su mensaje y el gozo de su advenimiento, muerte y posterior ascensión.
Disfrutemos con nuestras familias en orden Divino, enseñemos a nuestros hijos la esencia de estas fiestas, brindemos porque su propósito fue cumplido. Gocémonos porque lo que profetizó Miqueas en el cap.5, vers. 2 se cumplió al pie de la letra y por tanto lo que falta por acontecer vendrá y no tardará.
Pidamos a Dios que este sentir tan especial que se percibe en estas fechas continúe en el tiempo. Que las muestras de afecto, unidad, armonía, entrega y regocijo permanezcan y sobre todo, que podamos entender que la Navidad vino hace más de 2000 años para quedarse en los corazones que le demos apertura. Enseñemos a nuestras generaciones el verdadero sentido de esta hermosa fiesta.
¡FELIZ NAVIDAD !