Todo el mundo está al grito por la situación económica mundial.
Hasta las naciones más desarrolladas temen por el curso incierto de las finanzas y tratan de adelantarse a la catástrofe con sacrificios importantes.
A lo interno, los dominicanos también nos enfrentamos a una grave insuficiencia de recursos para hacer frente a problemas interminables, como el desempleo, la falta de energía eléctrica, la escasez de agua potable, la presunta imposibilidad de aplicar el 4% del PIB a la educación básica o el 10% a los ayuntamientos y así por el estilo.
Pero todo eso no parece preocuparnos mucho a los hijos de este pedazo de isla, a juzgar por un aviso aparecido ayer en la prensa, en el cual la Policía Nacional convoca a todos los interesados a una licitación pública para la adquisición de canastas navideñas para ser consumidas por los miembros de la institución.
Yo me pregunto, ¿estamos en austeridad o no? No alcanza el dinero para mejorar la educación, pero sobra para regalar canastas a diestra y siniestra. Sabemos que esas canastas navideñas son muy costosas, y que no es solamente la Policía la que gasta grandes sumas en ellas. No entiendo cómo pueden ocurrir estas cosas.
Si se quiere que aparezca dinero para safisfacer necesidades básicas, hay mucha tela por donde cortar. Si se quiere.