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Linfoma: un enemigo silencioso que puede detectarse a tiempo

Conocer los signos y realizar evaluaciones periódicas mejora la supervivencia y calidad de vida

Santo Domingo.- El linfoma es una enfermedad que afecta al sistema linfático, un componente esencial del sistema inmunológico encargado de defender al cuerpo de infecciones y enfermedades.

Cuando los linfocitos (glóbulos blancos) sufren alteraciones genéticas, pueden multiplicarse de manera descontrolada, dando origen a esta enfermedad.

Tipos principales de linfoma

La doctora Tamayra Cumba, hematóloga clínica de IntraCare Center explicó el linfomas se dividen principalmente en dos categorías: linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin. Ambos se originan en los linfocitos, pero se diferencian por el tipo de células involucradas, su evolución clínica y la forma en que responden al tratamiento.

El linfoma de Hodgkin se caracteriza por la presencia de células de Reed-Sternberg y suele tener un comportamiento más predecible, con altas tasas de supervivencia cuando se detecta a tiempo.

Por su parte, el linfoma no Hodgkin comprende un amplio grupo de subtipos con características muy variadas, que pueden ser agresivos o de evolución lenta, y afectar distintos órganos además de los ganglios, como el hígado, el bazo, los pulmones o la médula ósea.

Síntomas y detección temprana

Los síntomas del linfoma pueden ser poco específicos, lo que dificulta su detección temprana. Entre los más comunes se encuentran:

  • Inflamación indolora de los ganglios linfáticos en cuello, axilas o ingle.
  • Fiebre persistente y sudoración nocturna excesiva.
  • Pérdida de peso sin causa aparente.
  • Fatiga prolongada y picazón en la piel.
  • En algunos casos, dificultad para respirar.

La Dra. Cumba recomienda consultar a un especialista ante la presencia de estos signos para una evaluación clínica completa.

Cómo se diagnostica el linfoma

El diagnóstico se confirma mediante biopsia del tejido afectado, generalmente un ganglio linfático, que luego se analiza en laboratorio. También se complementa con estudios de sangre e imagen, como tomografías, resonancias magnéticas y PET Scan con fluorodesoxiglucosa (FDG).

Este último permite detectar actividad metabólica anormal incluso en etapas tempranas o en áreas de difícil acceso, siendo clave para diagnóstico, seguimiento del tratamiento y detección de recaídas.

Una vez obtenida la biopsia, los patólogos pueden aplicar técnicas como la inmunohistoquímica (IHC), que utiliza anticuerpos y marcadores especiales para identificar proteínas específicas en el tejido.

Esto permite clasificar con precisión el tipo de linfoma y determinar el tratamiento más adecuado, incluyendo terapias dirigidas que atacan solo células malignas y reducen los efectos secundarios de la quimioterapia tradicional.

Prevención y cuidado del sistema inmunológico

Aunque no existe una forma garantizada de prevenir el linfoma, algunos factores aumentan el riesgo, como ciertas infecciones virales, inmunodeficiencias o exposición a sustancias químicas.

Si bien el estilo de vida no es una causa directa, mantener hábitos saludables fortalece el sistema inmunológico y mejora la respuesta del organismo.

Recomendaciones generales incluyen:

  • Chequeos médicos periódicos.
  • Buena higiene y descanso adecuado.
  • Manejo del estrés.
  • Evitar el tabaco y moderar el consumo de alcohol.
  • Alimentación balanceada rica en frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales.
  • Actividad física regular para mantener salud general y prevenir enfermedades crónicas.

Llamado a la conciencia

En el marco del Día Mundial del Linfoma, IntraCare Center hace un llamado a la conciencia, educación y detección temprana. El linfoma es tratable, especialmente si se detecta a tiempo, y un diagnóstico oportuno puede marcar una gran diferencia en la vida de miles de personas.

La información y la prevención siguen siendo las mejores herramientas para enfrentar este cáncer silencioso con éxito.

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