*Por J. Alexander Pérez
En estos días el alza en los precios de algunos bienes de consumo básico ha dominado la opinión pública, esa corriente de información negativa sin importar el idioma que hable crea cierta inquietud en cualquier sociedad del mundo, pero ¿por qué en el país no ha sucedido así?.
El ex presidente Hipólito Mejía hace unos días ofreció la respuesta cuando sugirió que le compren “a las guagüitas” los rubros agropecuarios. Por ejemplo, hace unos días compre en una de esas unidades 37 plátanos por 200 pesos; la libra de papa grande a 10 pesos; la cebolla, ajíes cubanela y el tomate a 20.
Pero ese mismo día fuimos hacer un trabajo de prensa al mercado de la Duarte arriba, y compre el cartón de huevos grandes en 190 pesos, el arroz selecto grado A a 29; las habichuelas a 50. Es decir, una amplia gama de rubros agrícolas mantienen precios estables y otros han subido algunos puntos porque tienen un alto componente externo.
En el mercado interno están subiendo los huevos, carne de cerdo y pollo, el arroz y otros, porque a nivel mundial los llamados “comódities”, como el maíz, soja, trigo, grasas, petróleo y otros están en alza, pero también elementos como los fertilizantes, antibióticos o de contenidos proteicos, y esos factores se reflejan en el costo al consumidor final.
El ministro de Agricultura, Limber Cruz cuando asumió el cargo en el mes de agosto pasado esa fue la primera situación que tuvo que afrontar, porque la libra de plátanos en los supermercados rondaba entre 40 y 42 pesos la libra; la cebolla entre 60 y 65; pollo y yautía a 75 y 80; yuca a 30.
Esos eran los precios prevalecientes al consumidor final, muy a pesar que un grupito de funcionarios de Palacio estuvo haciendo una competencia desleal a los productores criollos trayendo masivas importaciones de contrabando desde Centroamérica y Estados Unidos situación que provocó la quiebra y pobreza de miles de cosecheros de nuestros campos.
La estabilidad relativa de precios en los mercados se ha podido mantener porque la estrategia del ministro Cruz ha sido efectiva: dio créditos blandos, facilidades como preparar tierras, semillas y hasta crear condiciones favorables para la comercialización, factores que han creado un clima de confianza en el campo que ha motorizado la producción en forma eficaz y generado una abundancia en la mayoría de los rubros.
El Listín Diario publicó una información en la que advertía que el arroz podría subir a 40 pesos la libra, y precisamente ese mismo día el ministro de Agricultura había sostenido en Bonao, Monseñor Nouel un encuentro con los grandes productores y dueños de factorías de arroz para abordar como evitar una caída en los precios frente a la sobre producción de ese rubro, y precisamente cuando en el mercado mundial están en alza algunos de los componentes necesarios en su cultivo.
El gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu declaró: “el aumento de precios tiene su origen en los mercados internacionales y responde a factores completamente transitorios y coyunturales que deberán irse disipando a medida que se modere la pandemia; la producción continúe su proceso de recuperación gradual y se acelere la llegada de turistas al país en el marco de una campaña efectiva de vacunación”.
Como se puede observar, lo que está incidiendo en los incrementos de precios de algunos alimentos se debe a factores externos que el gobierno dominicano puede moderar con facilidades internas, pero no frenar en forma definitiva.
El Inespre por su lado hace un trabajo formidable con los operativos de ventas populares que monta de plátanos, papas, salamis, huevos, piñas, arroz, quesos, cebollas, ajos y otros
Los precios de los rubros agrícolas que no tienen dependencia externa están cómodos y estables, y como dijo el ex presidente Mejía: “las guagüitas así lo demuestran”.