No con frecuencia República Dominicana ha contado con tres expresidentes vivos y vigorosos coexistiendo en el tiempo.
Cada uno ha dado muestras de su compromiso con el desarrollo material e institucional del país.
En adición, el Palacio Nacional tiene como inquilino a un presidente joven que se ha mostrado abierto, cercano y receptivo.
La República Dominicana tiene el privilegio de contar con figuras como el presidente Luis Abinader y los expresidentes Danilo Medina, Leonel Fernández e Hipólito Mejía en plenitud de sus facultades y con un fuerte compromiso con el país.
Las múltiples crisis que vive el país generadas por la pandemia del Covid-19 requieren medidas excepcionales y un espíritu de unidad forjado en acero.
La nación sentiría un gran respiro si recibiera de esos cuatro líderes un contundente y simbólico mensaje de unidad nacional frente a la crisis.
En contraposición a esta necesidad, también observamos en el país espacios llenos del germen de la confrontación, el pesimismo y el fatalismo.
Probablemente la actual sea una de las mayores crisis que ha vivido República Dominicana desde su fundación en 1844, pero lo bueno es que tenemos las herramientas para salir airosos y retomar la senda del desarrollo.
Esos líderes tienen la misión y el compromiso de inyectar la vacuna de optimismo y entusiasmo que requiere este momento de dificultad que vive el país y el mundo.
Como marchen las cabezas, marchará el cuerpo social.