Licitación para canastas

Licitación para canastas

Licitación para canastas

¿Estamos en crisis económica o no? Todo parece indicar que sí, a juzgar por los recortes que está haciendo el gobierno en diferentes ramas de la administración pública.

El ministro de Obras Públicas, por ejemplo, ha hablado claro al referirse a una serie de construcciones que no podrán realizarse debido a los recortes, y otras que tendrán que ajustarse a un ritmo más lento, por la misma razón.

Igual situación es enfrentada en otras parcelas del gobierno y en algunas áreas del sector privado.

 En otras palabras, todo parece indicar que es hora de apretarnos el cinturón.

Pero ¡oh, sorpresa!, ayer no más se tropezaron mis ojos con la publicación en los diarios nacionales de un aviso de licitación pública del Secretariado Administrativo de la Presidencia, invitando “a todas las empresas interesadas en participar” en la competencia para la adquisición de ¡canastas navideñas! ¿Qué austeridad es esta?

Se dirá que lo de las canastas es (aparte de un gran negocio) una tradición cristiana y que el gasto que implica es muy pequeño en comparación con los colosales problemas económicos del país, pero aún así no me parece prudente, hasta por una cuestión de imagen, que se gaste un centavo en trivialidades cuando hay tanta precariedad en la educación, en la salud, en el medio ambiente y en tantos otros renglones que deberían ser prioritarios.

¡Qué alegremente se dispone de los dineros de los contribuyentes! Pero, eso sí: cumpliendo el mandato de la Ley, ¡con licitaciones y todo!

 



El Día

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