La Junta Central Electoral ha sido blanco de críticas a favor y en contra por su resolución sobre el freno al proselitismo a destiempo.
Algunos partidos favorecen esta disposición, mayormente de la oposición, mientras que el Partido de la Liberación Dominicana ha asumido una posición, con el expresidente Leonel Fernández a la cabeza, contra la prohibición que trata de imponer la JCE al proselitismo de los precandidatos.
El debate ronda si ciertamente la Junta tiene o no facultad para impedir que aspirantes a cargos electivos se promuevan de cara a conseguir candidaturas a lo interno de sus respectivos partidos. De acuerdo al expresidente Fernández, no existe norma que otorgue esta facultad a este organismo, lo que viene a evidenciar que el país urge por una normativa en tal sentido.
Todo el mundo sabe que la política es la principal actividad en el país, inclusive se ha convertido hasta en un atractivo económico.
Que la JCE no cuente con el fundamento legal o no para normar la precampaña de los partidos, entonces obliga al Congreso y a toda la sociedad a presionar para que se apruebe la ley de partidos y la ley de régimen electoral, cuando tanto se habla de fortalecer la democracia y el sistema de partidos.
Ciertamente que el proselitismo a destiempo constituye un trastorno a la tranquilidad de la sociedad, principalmente por el uso inapropiado de los espacios públicos, como alega la JCE en su resolución.
La propuesta de Leonel Fernández para que se discuta una reglamentación que pueda ser incluida en esas leyes representa una iniciativa que la JCE y el Congreso Nacional deben analizar a profundidad, y así evitarse el escarceo innecesario creado por la resolución sobre el proselitismo, lo que ha colocado al organismo comicial en una situación poco agradable.
