Al paso de los años, la Ley de Partidos se ha convertido en letra muerta y sin dolientes en el Congreso Nacional y en las fuerzas políticas del sistema.
Su viacrucis data de más de diez años en las cámaras legislativas, mientras cada cierto tiempo se escuchan promesas y compromisos de que será una realidad, pero se queda en simple “bulto” y nada más.
La Ley de Partidos estaba anoche en la agenda de discusión de los miembros del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana, que fue suspendida por la muerte repentina del extesorero nacional Rubén Peña.
Punto de conflicto
En la mayoría de los aspectos, como el financiamiento de la campaña y la fiscalización por parte de la Junta Central Electoral y el Tribunal Superior Electoral no existen divergencias.
El aspecto negativo de la Ley de Partidos radica en la celebración de las primarias, a lo que se resisten los partidos, debido a que tendrían que elegir sus autoridades internas y los candidatos a los cargos electivos el mismo día, bajo la regulación y estricta vigilancia de la Junta.
¿Entonces? Pues que los partidos se resisten a despojarse del manejo que siempre han dado a la escogencia de sus estructuras de dirección, con la secuela casi siempre de denuncias de irregularidades y mal uso de los resultados de esos procesos.
¿Existe una campaña?
Se denuncia que hay una campaña orquestada contra Federico Antún Batlle, presidente del Partido Reformista Social Cristiano y actual administrador del Banco Nacional de la Vivienda, con el fin de que no continúe en el cargo cuando surja el Banco de las Exportaciones. Eso se dice.
Urgen acción
Los residentes de sectores cercanos a la nueva embajada de Estados Unidos esperan que la Policía investigue sobre dos supuestos agentes que se dedican a asaltar y maltratar a mujeres que transitan solas en sus vehículos por la avenida República de Colombia.
