Nuevamente la natimuerta ley de partidos vuelve a resucitar luego de la tragedia del exrector de la UASD Mateo Aquino Febrillet. Siempre que surge un conflicto interno en los partidos se retoma el debate sobre la necesidad de aprobar esta legislación que vendría a normar el accionar de estas estructuras.
Sin embargo, poco interés han puesto los propios partidos para que el Congreso evacúe las regulaciones contempladas en dicha ley para que haya democracia interna y para que los derechos de los militantes y dirigentes sean respetados dentro del marco de la Constitución y la Ley Electoral.
¿Cuál será la próxima víctima de campaña?
Si bien el proselitismo ha transcurrido en tranquilidad, en la recta final se calientan los ánimos y podrían producirse choques por causa de las pasiones y el fanatismo.