El Partido de la Liberación Dominicana ha iniciado un proceso que le permita hacerse sentir y parar así una especie de sangría en simpatías que le está provocando el expresidente Leonel Fernández.
Por razones estratégicas al PLD le corresponde minimizar el impacto negativo que sobre esa organización ha tenido el proselitismo de Leonel, pero en las últimas encuestas se dieron cuenta de que tienen que apretar el paso.
El crecimiento de Leonel hasta ahora ha sido a costillas del PLD y sus simpatizantes (activos o en receso), lo cual ha empezado a proyectarlo como el cabeza de la oposición.
Ahora Leonel Fernández tendrá que lidiar con un Danilo Medina tirado al medio y con la determinación de recomponer a su partido y darle paso a nuevas figuras con miras al futuro. La campaña empezó y empieza a tornarse interesante.
Mar de quejas
Los funcionarios que encabezaron las reuniones con dirigentes comunitarios (y políticos) el fin de semana recibieron muchas quejas por acciones de baja cuantía, lo que les hizo pensar que realmente hay que prestarle atención a la microgerencia política. Llamó la atención que en muchos lugares la nota discordante la pusieron perremeístas.