El grito del presidente Luis Abinader por la situación crítica de Haití ha comenzado a tener repercusiones, aunque en los litorales que se esperaba.
Pero ya Panamá, Costa Rica, México y Ecuador se han sumado al llamado del mandatario para que la comunidad internacional se sensibilice un poco y preste mayor prioridad a la gravedad del problema de los haitianos. Desde su proclama el pasado miércoles ante la Asamblea General de las Naciones Unidas ahora se plantea que Abinader y el país den un paso adelante hacia algo más concreto.
El expresidente Leonel Fernández ha sugerido, en ese ámbito, que el Gobierno convoque una cumbre internacional para debatir la crisis institucional, económica, social y política de Haití, tras la alerta de Abinader sobre sus repercusiones en República Dominicana y en la región por el peligro que entraña un deterioro progresivo sin que la comunidad internacional accione algún plan efectivo.
En el terreno de
la diplomacia
Lo que plantea el líder de Fuerza del Pueblo significa mover la diplomacia hacia la propuesta del Gobierno dominicano para despertar la conciencia de los más poderosos ante el deterioro cada vez mayor de la situación haitiana.
Ninguna potencia -Estados Unidos, Canadá, Rusia, Francia y Alemania, por citar algunas- se han interesado en responder la propuesta de Abinader sobre la prioridad de motorizar acciones desde el ámbito internacional para acudir en auxilio de los haitianos, muchos de los cuales han comenzado a emigrar en medio de desesperación.
