
Nueva York, Estados Unidos.-Aprovechando la Asamblea General de las Naciones Unidas, el expresidente Leonel Fernández encabeza en Nueva York el Foro Global que organiza cada año la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), espacio que reúne a académicos, diplomáticos y líderes políticos para analizar los grandes retos de la comunidad internacional y su impacto en América Latina y el Caribe.
Sus ajetreos académicos lo combina con el proselitismo de su partido Fuerza del Pueblo en la diáspora, de la que el mismo en sus primeros años de juventud fue parte, y saca un espacio para conversar con EL DÍA.
El ambiente lo hace propicio para que el abanico de temas sea tan amplio como hablar de la crisis haitiana, la movilización militar de Estados Unidos en el área del Caribe hasta de reforma educativa, el sector eléctrico dominicano y de economía local.
La primera pregunta va en dos direcciones: el foro que le fascina y un tema nacional que lo apasiona, pero él mismo decide responder primero lo relativo a la descripción del foro, para entonces entrar en los puntiagudos temas nacionales.
¿Cómo se inscribe el foro en este contexto internacional?
Es la segunda ocasión que se celebra en la Universidad de Culumbia con su Escuela de Relaciones Internacionales. Cómo nos vemos en América Latina y el Caribe en el contexto global. Hablar del tema de los aranceles o de la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de reducir su tasa de interés.
El presidente Trump ha estado presionando a la Reserva Federal para que bajara la tasa de interés. Se hizo y se le rebajó 25 puntos, pero lo hizo básicamente porque el mercado laboral norteamericano no experimentó el dinamismo de otros momentos y, por tanto, las expectativas inflacionarias no se han dado y si se dio una disminución del volumen de empleados en un mes. Son muchos desafíos, en un contexto de mucha volatilidad.
¿Entiende que realmente las decisiones de la FED tiene una incidencia relevante en la economía dominicana?
Todo lo que sale de Estados Unidos tiene para nosotros un significado especial. La política económica de Estados Unidos es la fuente que nutre lo que puede pasar en materia económica en República Dominicana. Somos muy dependientes de Estados Unidos.
El 85 por ciento de nuestras exportaciones vienen al mercado norteamericano. Doce mil millones de dólares al año vienen de los dominicanos que están en Estados Unidos. Eso representa prácticamente el 15 por ciento del PIB nacional.
O sea, estamos en su esfera de influencia y, por tanto, todo lo que pasa en Estados Unidos nos concierne. Si nosotros bajamos la tasa de política monetaria y Estados Unidos no lo hace, entonces hay un flujo de capital que va desde República Dominicana hacia Estados Unidos que anda buscando mejor interés para protegerse.
Por tanto, debe haber una sintonía inevitable, aunque no coordinada. Por supuesto, los bancos centrales de alguna manera se comunican.
Por ejemplo, cuando llegó el COVID y hubo una contracción del crecimiento económico, 92 bancos centrales del mundo aplicaron la misma política, que fue de expansión monetaria para promover el crecimiento. Pero en este caso, definitivamente lo que hace la FED afecta a la República Dominicana.
¿Les han parecido correctas las medidas económicas que en este contexto han adoptado las autoridades dominicanas?
En República Dominicana funciona el sector externo de la economía. Funcionan las remesas, las zonas francas en la medida en que hay inversión extranjera directa e inversión local y que haya consumo en Estados Unidos y el tercero es el sector turístico.
Ahora, vamos hacia adentro: la construcción está prácticamente paralizada, el sector agropecuario crece escasamente un 3.5 por ciento, la industria local crece un dos por ciento. De manera que lo que ha estado moviendo la economía dominicana en los últimos cinco años ha sido el sector externo, el sector interno es poco lo que ha aportado.
¿Entonces, cuál es el mayor desafío de la economía interna?
Tenemos un problema gravísimo que afecta nuestra economía, que es el sector eléctrico. En la medida que el Gobierno no resuelve el tema eléctrico, el déficit se va agravando. Usted podrá decir que hemos tenido el problema eléctrico durante décadas, pero eso depende.
Como consecuencia de la capitalización el tema de generación dejó de ser un problema. Se invitó al sector privado a invertir, lo ha hecho y, por tanto, se combina la inversión pública con la privada y la capacidad de generación hoy día puede satisfacer la demanda.
El sistema de transmisión eléctrica funciona adecuadamente. El problema es el de la distribución. Pero el Gobierno encontró la distribución con un 27 por ciento de pérdidas técnicas y comerciales y la llevó a un 42 por ciento.
Subsidio al sector eléctrico
Déficit. Sobre el mayor desafío económico, Fernández señala que eso significa que el subsidio tiene que incrementarse. “El Gobierno creía que podía resolver el tema incrementado la tarifa.
Entre el 2021 al 2023 aumentaba la tarifa cada tres meses, pero aumentaban la tarifa y no mejoraban el servicio y la gente se dijo que así no puede ser. Hubo que suspender entonces los aumentos de la tarifa. El subsidio este año no podrá ser menor de US$1,500 millones.

El presidente se quejaba en 2020 cuando llegó al poder de que el subsidio al sector eléctrico era de 58 mil millones de pesos, pero ahora es de RD$95 mil millones, prácticamente se ha duplicado en esta gestión.
Entonces, el tema del déficit fiscal que genera el problema eléctrico es algo que constriñe la capacidad de inversión del Gobierno”.