
SANTO DOMINGO.-Las motivaciones que impulsan al ser humano son tan diversas que en ocasiones un episodio triste pueda dar pie al desarrollo de ideas que llenen de ilusión y felicidad el resto de la vida.
La muerte de un ser querido, alguien que fue un guía y motivo de orgullo, su padre, inspiró a Leonardo Vargas a desarrollar una idea que en ese momento lucía poco realista y pocos, incluyéndolo a él mismo, no veían con claridad.
Leonardo Vargas entendió que el ambiente en el cementerio de Santiago no se correspondía con la dignidad que merecía su padre y se propuso contribuir a que las familias tuvieran un lugar donde sus seres queridos pudieran tener un descanso eterno.
