Lenguaje y cultura

Lenguaje y cultura

Lenguaje y cultura

Si nos adherimos a la connotación de “lenguaje” como manifestación de una cultura, es una realidad que se asiste a una progresiva degradación de los aspectos más significativos del planeta Tierra.

En cada país aún existente y en constante migración en busca de mejores condiciones de vida, el lenguaje varía, se transcultura, transformando así las distintas formas de comunicación de cada lugar en que se encuentra el emigrante.

Eso en sentido general. Mas en las actuales condiciones de la República Dominicana, se pueden atestiguar múltiples factores que demuestran cómo cada día se abrevian más y más las palabras y los enunciados, se adaptan nuevos términos sustituyendo otros, se recurre a nuevas expresiones en lo sumo vulgares que no denotan sino la disminuida capacidad mental e intelectual de los hablantes.

Las expresiones abreviadas que la costumbre obliga a usar en los teléfonos móviles para acortar el tiempo de su duración, no sólo reducen las palabras a una mínima expresión, sino también el pensamiento y los sentimientos a los cuales éstas representan.

Preocupante es que tanto en las escuelas como en los hogares, muchos de los profesores y padres han dejado de ser modelos a imitar, ya que utilizan un “habla” muy particular y diferente a la utilizada por escritores significativos de una lengua dada.

Sin tocar el tema de la escritura, puesto que esta es obviamente la representación del lenguaje hablado, todo lo cual obliga a un enfoque diferente de la Educación como muestra de una revolución al sistema actual.

La imprescindible evolución del lenguaje humano como un hecho comprobado, que es indiscutiblemente la facultad de que dispone el “homo sapiens” para comunicarse con los demás en cualquier entorno, se escurre de manera fugaz e incontrolable hacia un indeseado derrotero durante el proceso evolutivo de la civilización.

Muestra de esta evolución es el Español de la República Dominicana, heredado pero en nada parecido al de los colonizadores del Nuevo Mundo, quienes a su vez lo recibieron como muestra de la fragmentación del Imperio Romano que cubrió Europa en fechas aproximadas al 27 a. de C. hasta el 476 d. de C., durante las cuales los soldados romanos hablaban el “latin vulgar”, que no el “culto” que era usado en otras esferas.

Dicho Español ha sufrido innumerables transformaciones debidas a los contactos con otras culturas: la taína, la africana, y otras más, pero destacando en los últimos años la norteamericana que tanto influyó en el siglo pasado y aún sigue activa en este Siglo XXI.

“¿Cómo tú te llama?”, “Pa’qué”, “E’lo mimo”, “E pa’lante que vamo”, “puetopa’mi”, e indefinidamente se añaden expresiones del diario vivir en la población dominicana actual y que hasta graciosas suenan a los oídos extranjeros que se valen de la misma lengua..

Si se llama “retrógrada” o “convencional” a las correcciones que hacían y hacen los abuelos a lo que para ellos eran formas incorrectas de expresión, pues debe ser motivo de gran preocupación para todos: el quehacer educativo y otros tantos desaciertos que de nada sirven sino para demostrar al mundo que nuestra cultura decae conjuntamente con la corrupción inmune e impune que corroe la sociedad dominicana actual.



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