Lecciones olvidadas de Siete Días con el Pueblo

Lecciones olvidadas de Siete Días con el Pueblo

Lecciones olvidadas de Siete Días con el Pueblo

Periodista Luis García

República Dominicana conmemora el 50 aniversario de un acontecimiento político-musical de alto significado en la historia política nacional y que contribuyó a la creación de conciencia ciudadana sobre el valor de la libertad, del decoro, la dignidad, la democracia y el respeto a los derechos humanos en general.

Ese acontecimiento se trató del Primer Encuentro Internacional de la Nueva Canción “Siete Días con el Pueblo”, escenario que permitió denunciar la situación de opresión en que vivía el pueblo durante el período denominado de los “Doce Años de Joaquín Balaguer”. Aunque también sirvió de válvula de escape a la administración balaguerista con el propósito de oxigenarse ante las críticas en el exterior, buena parte del pueblo pudo expresar sus anhelos de libertad.

La actividad, que se llevó a cabo entre el 25 de noviembre y el primero de diciembre de 1974, fue convocada por la Central General de Trabajadores (CGT).

Durante esos días se organizaron siete conciertos masivos, cinco de ellos en Santo Domingo; uno en Santiago, y otro en San Pedro de Macorís.

En el Estadio Olímpico de Santo Domingo se efectuaron los conciertos de apertura y cierre. Participaron los argentinos Mercedes Sosa y Bernardo Palombo; los boricuas Danny Rivera, Lucecita Benítez, Antonio Cabán Vale y Estrella Artau; los cubanos Silvio Rodríguez y Noel Nicola; los españoles Víctor Manuel y Francesc Pi de la Serra; el grupo venezolano Los Guaraguaos; el mexicano Guadalupe Trigo y el uruguayo Roberto Darwin.

Mientras la representación local estuvo integrada por el Combo Show de Johnny Ventura, Los Virtuosos de Cuco Valoy, Expresión Joven, Nueva Forma, Convite, Presencia Generación y Alta Voz.

Danny Rivera, quien honrosamente ostenta la nacionalidad dominicana y goza del respeto de la sociedad, fue el primer artista internacional en dar el sí para participar en la actividad, a pesar de ser consciente del riesgo de ser encarcelado e incluso perder la vida, al involucrarse en cualquier manifestación contra el régimen de entonces.

La idea inicial provino de Enrique de León, entonces dirigente de la CGT, quien acababa de presenciar en París el concierto «Un Día para el Pueblo», por lo que se le ocurrió proponer la celebración de uno similar en Santo Domingo con la finalidad de financiar los trabajos de esa entidad sindical.

Luego de convencer de la viabilidad del proyecto a sus compañeros de la CGT, Francisco Antonio Santos, Nélsida Marmolejos, Julio de Peña Valdez y Ramón Paulino, llevaron una idea más acabada a otras personas como Cholo Brenes, empresario artístico, manejador de Expresión Joven, quien asumió la dirección artística del evento, junto a su grupo musical, Nueva Forma y Convite.

La lista es larga de los que colaboraron, pero destacan Freddy Ginebra y Ana María Acevedo, de Casa de Teatro; Arístides Febles y Tácito Perdomo, de Serigrafía Dominicana, y Amalia Ramírez Báez, administradora de la agencia de viajes que financiaría todos los pasajes de los artistas internacionales. Además, Orlando Martínez, Sonia Silvestre, Dagoberto Tejada, Víctor Víctor, Claudio Cohén, Tommy García, entre otros.

Una parte de ellos ya ha partido hacia la eternidad, viendo cómo las lecciones de amor por la libertad, el decoro, la dignidad, la democracia y el respeto a los derechos humanos han sido dejadas en el olvido por las nuevas generaciones de dominicanos. Hoy el afán de lucro y la carencia de valores morales forman parte de la cotidianidad nacional.

Y parafraseando a Pablo Neruda, habría que decir que nosotros, los de entonces, tampoco somos los mismos. Probablemente nos ha vencido el cansancio o, tal vez, el miedo a seguir luchando.