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LeBron James, el comodín perfecto en historia de la NBA

LeBron James, el comodín perfecto en historia de la  NBA
LeBron James

Cleveland.-Hemos crecido, nombre más, nombre menos, con un pentágono de estrellas que iluminaron el universo de la historia.

Existen y existieron preferencias, pero siempre pensamos esta lógica de genios del deporte separados por posición. Así, elegimos, por años, a Magic Johnson (base), Michael Jordan en el puesto de escolta, Larry Bird en el de alero, Tim Duncan en el de ala-pivote y Bill Russell en el de centro.

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Por supuesto, existen preferencias, discusiones y alegatos, pero todos tuvimos –y tendremos- un porqué para seleccionar.

Entonces, un día, llegó LeBron James.

Ese joven nacido en Akron, Ohio, inmaduro durante años pero propietario de un talento inigualable, fue creciendo y demostrando, año tras año, que tenía razones para meterse en la galería de los grandes de este deporte.

Ahora bien, en cada discusión sobre leyendas del juego, existió la misma imposibilidad para cualquier interlocutor ¿en qué posición debemos incluir a James? Veamos: empezó como alero pequeño, luego jugó como escolta, tuvo apariciones como ala-pivote y ahora es portabalón y genio creador de los Cavaliers.

Y si mal no recordamos, también jugó como centro en distintos pasajes del juego junto al Team USA en los Juegos Olímpicos de Beijing.

El hombre baloncesto

La realidad es que James no puede entrar en un quinteto ideal porque es imposible encasillarlo en un único rol. LeBron no entra en el paisaje: es el paisaje mismo.

El Aleph de Jorge Luis Borges encerrado en el cuerpo de una sola persona. A decir verdad, nunca antes existió una pieza que por sí misma se reconstruya y se replique para armar el puzzle completo.

El sentido de ubicuidad es su hábitat y naturaleza: posee la fuerza de un peso pesado, la destreza de un gimnasta, la resistencia de un maratonista, la minuciosidad de un relojero, la inteligencia de un matemático y la visión de un estadista. Pongamos a Magic, Jordan, Bird, Duncan y Usain Bolt en una licuadora y obtendremos a James.

En las dos primeras series de playoffs en la COnferencia Este, LeBron James ha lucido inmenso, incluso superior a lo que hizo en la temporada pasada cuando terminó alzándose con el título.

Si existe un quinteto de celebridades sin igual, también existe un comodín para tirar como carta ganadora en la mesa que sea, a la hora que sea, en la discusión que sea

¿Acaso importan los triunfos, los títulos, los méritos disfrazados de resultados? Seguro, pero hay más que eso. Mucho más.

Quien tenga a LeBron en el básquetbol actual tendrá medio boleto garantizado a las Finales de NBA, no importa la ciudad, el entorno ni los rivales.

Lo dicen las estadísticas y la historia de la última década en el mejor básquetbol del mundo. Tarde o temprano, para este genio, será justicia. Y todos seremos, de una u otra manera, hombres del Rey James.

*Por ESPN

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El Día Digital

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