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LIDOM a resarcir a Marichal

Dimaggio Abreu-cronista deportivo
📷 Dimaggio Abreu, destacado escritor-periodista, especializado en deportes.

Entorno Deportivo

No pocos se habrán hecho la misma interrogante. Cuando la Liga de Béisbol Profesional hizo pública la decisión de dedicar el torneo otoño invernal 2025-2026 a don Juan Marichal, nos invadió una doble inquietud.

¿Es que al exastro del montículo de Grandes Ligas y de nuestro pasatiempo por excelencia no le habían dedicado un campeonato de la LIDOM o es que lo harán por segunda vez?

Las indagatorias arrojan que al primer brillante monticulista dominicano en MLB, que a nuestro primer exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown y de quien se agregó su nombre al legendario Estadio Quisqueya, no había sentido la satisfacción de la dedicatoria de un certamen de la LIDOM.

Lo que sí había sucedido, es que en tres o cuatro ocasiones a Marichal se le invitó a hacer el lanzamiento de primera bola en el inicio o algún momento de un certamen, lo cual atrajo la confusión de si le habían dedicado o no alguna versión.

En la historia del certamen de béisbol rentado que inició en el verano de 1951 y que cambió a otoño-invierno con la inauguración en 1955 del hoy Estadio Quisqueya Juan Marichal, ha habido trayectos en que se entregaron dedicatorias y otros en que no.

Se sabe que entre 1951 y 1960-61 las consiguientes dedicatorias tuvieron como objetivo el complacer la megalomanía (manía de grandeza) del dictador Rafael Leónicas Trujillo, lo cual nos confirma el colega Jorge Torres, director Técnico de la LIDOM, quien posee una relación de las dedicatorias.

A partir del ajusticiamiento del sátrapa, el béisbol rentado transcurrió entre la no celebración del torneo en la década de 1960 por razones políticas y el no entregar dedicatorias, hasta que a partir de 1967-68 se procedió con dos expresidentes de la Liga, Julio Cuello e Hipólito Herrera Billini y el propulsor del béisbol Humberto Gómez Olivier, de manera respectiva.

El único caso en que se ha dedicado dos veces un torneo de la liga invernal es a Enrique –Mariscal- Lantigua, en 1970-71 y 1985-86, nos señala Torres.

Después de la primera dedicatoria al sobreviviente de la Tragedia de Río Verde del 11 de enero de 1948, se entró en una deriva de no dedicatoria del principal certamen beisbolero, hasta 1978-79, cuando se hizo honor a Máximo Sánchez. Siguió otra fase en que se los denominó como “Torneo o Campeonato Nacional”, alternados con uno que otro homenajeado.

Por ejemplo, la temporada que siguió a la exaltación de don Juan Marichal al Salón de la Fama de Cooperstown, ocurrida en julio de 1983, a la 83-84 simplemente se le llamó “Torneo Nacional de Béisbol”, que habría sido la oportunidad idónea para hacer honor al otrora astro; o inmediatamente posterior a que le pusieran su nombre al Quisqueya en febrero de 2015.

Es desde la campaña 1988-89, que se dedicó al cronista Fidencio Garris, escritor de la excelsa columna “Copazos”, cuando se ha dado continuidad a la tradición de hacer honor a una personalidad con el torneo de la Liga de Béisbol Profesional de República Dominicana.

Importante es que la LIDOM, presidida en estos tiempos con tacto y visión por el licenciado Vitelio Mejía Ortiz, va a resarcir lo que podría llamarse un olvido o descuido por décadas con don Juan Marichal.

Y de igual manera debería proceder, a corto plazo, con otras leyendas que con sus talentos dieron impulso a la que hoy es la más importante liga de béisbol invernal, como Felipe Rojas Alou, Manuel Mota y Miguel Diloné, por solo señalar a tres.

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