LDF, fundamento de la selección

LDF, fundamento de la selección

LDF, fundamento de la selección

Dimaggio Abreu.

Este viernes 11 de marzo despega el campeonato de 2022 de la Liga Dominicana de Fútbol, con la menor cuantía de formaciones respecto a las siete versiones precedentes. Ocho clubes es una cantidad proporcional con la realidad concreta de este deporte en el país.

Fue un contrasentido iniciar la LDF con 12 franquicias ocho años atrás, cuando se carecía de una base suficiente de jugadores nativos dotados de requerimientos físicos y técnicos que pudieran contrastar la prominencia de los importados, para así ofrecer una competición de mayor nivel que se arrimara al estatus de “torneo profesional”.

Se sabía entonces que el alegado “desarrollo” que “experimentaba” el fútbol nacional no pasaba de una envolvente retórica con la intención de buscar propósitos personalistas, como ha quedado demostrado en un recién denegado intento de litis judicial.

Bajar a ocho equipos es una medida pragmática con la que el empresario Manuel Estrella inaugura su segundo periodo como presidente de la liga, luego de ‘amenazar’ en noviembre con no continuar en la presidencia, lo cual sugiera que este será su último cuatrienio.

De ser así da un gran paso en su intento de consolidarla y en el interín de los cuatro años quizás aumentar la cantidad de conjuntos, siempre que la anunciada liga sub-23, que iría en paralelo al torneo de la LDF, se le dé el carácter que amerita, para que sea la liga menor que alimente a aquella.

La importancia de una liga sólida, mejor competitiva, debe servir de fundamento a la selección nacional absoluta en procura de sus altos objetivos a lo internacional, de los que hasta ahora ha estado muy lejos de concretar.

En los últimos años se han hecho intentos más serios en atraer a jugadores de origen dominicano que actúan en Europa y otras latitudes, pero en categorías interiores, por lo que no han proporcionado la solidez que la selectiva requiere.

Entonces, la solidez del conjunto nacional deben aportarla los jugadores de la LDF, en base a la profundidad del trabajo que tengan en la misma. Este año, cada conjunto tendrá seis importados que, si los alinearan a todos en cada partido, solo jugarían cinco criollos por onceno, lo cual coarta el desarrollo en mayor cuantía de los nativos.

Es por ello, que abogamos por la reducción de los foráneos a beneficio de los locales y tener pronto más material maduro para engrosar en la selección absoluta y que esta pueda llegar lejos en las competiciones regionales.

Menuditos: La disputa entre la Asociación de Jugadores y los dueños de equipos (en paro desde diciembre 2) están llevando al béisbol de Grandes Ligas a los niveles de descrédito de 1994… Esto sucede en momentos en que la juventud de Estados Unidos ha dado un tanto la espalda a este espectáculo, a favor de la NFL, la NBA y otros deportes más dinámicos… Después de este paro, ¿logrará la MLB en los Mike Trout, Juan Soto, Fernando Tatis III, Vladi Jr., a los salvadores del negocio que halló en Sammy Sosa y Mark McGwire, a partir de 1995?… Hasta la próxima



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