SANTO DOMINGO.-La mujer es un ser especial que la adornan características y cualidades que la hacen única, está comprobado que son mejores líderes y el desarrollo personal es uno de los ámbitos en los que éstas eclipsan al género contrario.

Un ser humano en proceso de construcción y crecimiento, ejemplo de ello y que se define con principios, es la joven Laura Rojas, ingeniera industrial y directora ejecutiva y fundadora de Nature Power Foundation.

Esta organización con cuatro años de operaciones en República Dominicana ha impactado positivamente y de forma directa la vida de alrededor de 6 mil personas en condiciones de pobreza.

Desde niña siempre fue muy creativa y dinámica, con mucha inclinación hacia los números y las matemáticas. Ya en su etapa de adolescencia decidió formarse como ingeniera industrial por la versatilidad que le permitía esta carrera. Luego de varios años y experiencia en el sector privado, recibió una invitación a trabajar en una ONG internacional y esto marca un antes y un después en su vida.

Cada paso y oportunidad que ascendía o se le presentaba en la vida era una constante o visión divina. Un reflejo del ser humano en que se convertiría y que, según Rojas, es aquí cuando descubre que puede trabajar en algo para lo que tiene vocación y siente mucha pasión.

Agregando que: “Así descubro como ser ese canal de servicio y de lograr cambios en las comunidades en las que sirvo que pueden desarrollarse de una manera profesional, eficiente y con total entrega”.

Roles compartidos
Hoy día, Rojas es una mujer que distingue su profesión, al igual que el rol que desempeña por su vocación de servicio para promover el desarrollo social y económico, pues la visión de esta organización, es ser un referente en la creación e implementación de soluciones innovadoras de desarrollo sostenible.

En este sentido, comenta que tiene una visión clara que le permite disfrutar los diferentes roles en los que le toca desempeñarse, asegurando que si hay algo que la define es la empatía y el deseo de ser canal de servicio para ayudar a otros, por ello a través de su labor en Nature Power Foundation movilizan recursos del sector privado, del sector público y de la cooperación internacional por más de 4 millones de dólares.

En la vida no todo es color de rosa, para llegar a donde está ahora encontró trabas en el camino, explicando que en el proceso de incorporar la organización y luego de gestionar recursos para llevar a cabo los proyectos que planteaba, se le cerraron muchas puertas; sin embargo, otras ventanas se abrían y varias personas depositaron su confianza en ella.

“Esto nos permitió dar los primeros pasos en NPF y hoy día doy testimonio de que cuando realizas un trabajo honesto y logras, a través de tu accionar contagiar a otros, las oportunidades llegan y se multiplican”, señala la ejecutiva.

Trillando el camino
Esta mujer proactiva y orientada a resultados, que trata de ser coherente y mostrar sus creencias a través de su accionar, mientras realizaba sus estudios universitarios, trabajaba en la empresa familiar en el área de ventas.

Esto le permitió desarrollar ciertas habilidades y mejorar habilidades sociales. Luego pasó a trabajar en una empresa vinculada al sector inmobiliario y es más tarde cuando da el salto al sector social trabajando en dos ONGs internacionales, experiencias que siete años después la motivaron a emprender Nature Power Foundation.

Forjadora de sueños
Al hablar de su gran pasión, destaca que Nature Power Foundation surge desde la identificación de necesidades básicas en su trabajo comunitario. Describe que el enfrentarse a realidades sociales y humanas fueron el motor que la llevaron a concebir lo que hoy es NPF.

“Invertí parte de mis ahorros en crear una estructura, una plataforma, un equipo que compartiera mis valores y misión y le diéramos vida a este sueño de generar cambios reales en la vida de las personas a las que servimos.

El transformar la vida de personas que hoy en día tienen energía eléctrica por primera vez, o agua potable y sanitarios, o un techo que no filtre agua cuando llueva y una forma de generar ingresos, nos motivan a seguir trabajando y luchando por las desigualdades sociales y por no dejar a nadie atrás”, sostuvo la ingeniera.

De mujer a mujer

— Unidas es mejor
Laura cree que todos los días debemos de luchar por sororidad, por apoyarnos, aplaudirnos y por admirarnos unas con otras.
—2— Mayor orgullo
La ingeniera tiene unafamilia hermosa, está casada con Carlos Grullón y es madre de Amelia Isabel (9 años) y Juan Carlos (6 años).