México.- La inclusión de cuidados paliativos para enfermos terminales es una significativa asignatura pendiente de los sistemas de salud latinoamericanos, afirmó en una entrevista con EFE la doctora Felicia Marie Knaul, directora del Instituto de Estudios Avanzados para las Américas de la Universidad de Miami.
“Si podemos trabajar en la prevención o en el acceso a tratamiento de enfermedades, igual podemos trabajar en cuidados paliativos” que mitiguen el sufrimiento físico, psicológico, social y espiritual, explica Knaul, que ha dedicado los últimos tres años a estudiar este fenómeno.
La doctora en economía por la Universidad de Harvard acaba de entregar el manuscrito final de un informe mundial sobre el tema que la revista The Lancet publicará en octubre, donde dará a conocer los 15 síntomas que están asociados a enfermedades que suelen conducir a la muerte.
“Puede ser dolor crónico, dolor severo, falta de capacidad para respirar, comezón severa, fatiga, falta de sueño”, entre otros.
Knaul define los cuidados paliativos como aquellos que son “para el fin de la vida” pero que aplican para personas que “reciben un diagnóstico de una enfermedad o de una condición que pueden causar la muerte o reducir significativamente su vida».
Según la experta, las también llamadas enfermedades terminales y sus cuidados para mitigar el dolor deberían estar contemplados en los sistemas de salud de la región, ya que puede resultar conveniente desde la perspectiva económica.
“Se habla de una reducción de entre el 25 % y el 35 % en las hospitalzaciones. Sólo si se puede recibir apoyo fuera del hospital”, agregó.
El mejor escenario sería lograr “integrarlos en lo que es la búsqueda de la cobertura universal en salud”, esa opción es “una propuesta muy concreta”, describe la especialista que participó en una serie de artículos de Lancet sobre cobertura universal en salud en América Latina (2013-2014).
Knaul dice que la región enfrentará grandes problemas de no adoptar acciones concretas en el corto plazo. “Tenemos un gran problema en América Latina con la incidencia de las enfermedades crónicas, ya que eso requiere de cuidados de largo plazo”, detalla.
Aunque los cuidados paliativos no son exclusivos del cáncer, constituye una de las enfermedades más importantes en cuanto a la demanda, añadió la expresidenta el Grupo de Trabajo sobre Cobertura Universal de la Salud en las Américas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El cáncer es la segunda causa de muerte en Suramérica y El Caribe y la tercera en México. Knaul destacó también que las entidades que financian la salud, los fondos como el seguro popular o la seguridad social deben aportar partidas específicas para cuidados paliativos y control de dolor.
“Nadie trabaja en esto, porque no es la buena noticia. Todos vamos a necesitar algo para mitigar el dolor. Existe ahora la posibilidad de pensarlo, de planearlo”, indicó.
Uno de los parámetros más comunes en lo referente a control de dolor es lo que se refiere a la morfina. Knaul explica que existe una gran inequidad en el acceso a este opiáceo.
“Hace tres años no había morfina en México. En esos mismos hospitales donde se ofrecen tratamientos muy buenos, los niños con cáncer tenían que buscar heroína en la calle. Eso por suerte ya está cambiando”, señala.
Knaul preside la Unión Latinoamericana contra el Cáncer de la Mujer y la iniciativa Tómatelo a Pecho, que promueve la detección temprana del cáncer de mama.
Considera que el marco normativo de la región requiere de cambios para hacer frente al acceso a la morfina y a los retos que implica la implementación de planes nacionales de salud que incluyan los cuidados paliativos entre sus prioridades.
“Existen restricciones y leyes arcaicas, un control internacional sobre lo que pueden hacer los países. Yo hablo de integrar (cuidados paliativos) en los diferentes niveles del sistema de salud, desde el primer nivel de atención”, finaliza.