«Las vitaminas y los dientes»

Indudablemente una buena higiene oral y la visita periódica al odontólogo son la base para mantener dientes y encías sanas, pero se deben incorporar otros detalles para lograr un equilibrio adecuado. La ingesta de vitaminas es una herramienta poderosa. Sumando frutas y verduras a su dieta diaria, evitando carbohidratos refinados, cortando con el exceso de cafeína y azúcar, estará beneficiando su cavidad bucal.

La vitamina C funciona como antioxidante en el cuerpo por lo que, ayudará  a promover la formación de tejido conectivo en las encías, la curación de encías sangrantes y previene la inflamación de estas. Los cítricos son altos en vitamina C, así como las papas, el brócoli, pimientos, entre otros.

La vitamina D es necesaria para mantener niveles correctos de calcio, el cual ayuda a tener dientes fuertes y sanos. La mejor manera de absorber vitamina D es a través de la exposición al sol, también consumiendo pescados grasos, quesos y leche.

Para el buen mantenimiento de membranas y encías sanas usted necesitará  vitamina A, una deficiencia de esta vitamina puede afectar la resistencia a las infecciones. Los huevos son una buena fuente de vitamina A, el queso, leche, carnes y el hígado.

Para la formación de anticuerpos, glóbulos rojos, piel y mucosas sanas, incluyendo las bucales, debemos tener los niveles equilibrados de vitamina B, su deficit puede provocar inflamación en la lengua (glositis) y el agrietamiento de los extremos labiales (queilitis angular). Podemos encontrar dicha vitamina en los lácteos, carnes, cereales, visceras, legumbres y pescados.

Todos estos nutrientes son indispensables para el bienestar de las estructuras dentales y de las encías, no importa la edad que usted tenga, debe estar consciente de que su ingesta es necesaria.

Dios le bendiga abundantemente.

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