Las vías públicas y lo que espera la gente

Las lluvias y la falta de atención a tiempo son causa del deterioro de vías urbanas, interurbanas y rurales que tal vez desde el punto de vista de autoridades locales o nacionales pueden siempre ser puestos a esperar un poco.
Para quienes deben transitarlas de manera regular, el mal estado de las vías públicas puede ser causa de mal estado de ánimo, pero también de pérdidas económicas.
Para quienes tienen que decidir desde un escritorio las razones presupuestarias deben de ser de mucho peso.
Esto, sin embargo, es de muy difícil comprensión para un habitante de una comunidad de la región fronteriza, del noreste o del Este del país.
En la provincia María Trinidad Sánchez han sufrido este año graves daños en sus vías públicas por efecto de las lluvias. En los casos reseñados por la prensa, relativos a la provincia Bahoruco, el deterioro no puede ser atribuido a los temporales de los últimos meses, ni el caso de la comunidad El Cuey, en El Seibo, que sacó a cientos de personas de sus casas el fin de semana para reclamar la reparación de una carretera.
Los funcionarios altos y medios harían bien en apartar algo de tiempo para recorrer el país.
Si lo hacen verían no sólo lo mucho que pueden hacer por la comunicación vial tan sólo con bachear al tiempo, sino lo importante que se siente el habitante de una comunidad remota cuando desde cualquiera de los planos del Gobierno se interesan diligentemente por su situación.