El presidente Danilo Medina accedió ayer a responder preguntas que libremente le hicieron reporteros que cubren la fuente del Palacio Nacional.

Abordó el tema de la delincuencia.

Explicó el fenómeno, lo colocó en la que él entiende es la dimensión real y lo que desde el Estado se hace para combatir ese fenómeno. También eludió hablar sobre el manido tema de una posible reelección.

El mandatario ofreció estadísticas que indican que la cantidad de muertos violentos por cada cien mil habitantes se ha reducido, que se implementa una política de creación de empleos para alejar a las personas de la tentación de delinquir.

Explicó también cómo las disputas internas de las bandas del crimen organizado aportan violencia y que la gran cantidad de exconvictos repatriados por Estados Unidos contribuye a la expansión de la delincuencia.

La suya es una visión positiva del fenómeno, sin dejar de reconocer lo trágico que representa cada caso que se presenta.

Lógicamente, una parte de la población y del país político tendrá una visión contraria, una valoración negativa y hasta criticarán las opiniones del Presidente.

Pero lo importante, lo que hemos reclamado en muchas oportunidades, es que el Presidente cumple su rol de líder de la nación, al hablarle a la población sobre los temas que preocupan.

El Presidente ha explicado que prefiere no hablar con frecuencia porque sus palabras serán motivo de debates. Así es y así será cada vez que hable una persona que ocupe una posición tan elevada.

Hizo bien el Presidente al detenerse ayer en el Palacio Nacional y responder las preguntas que libremente le hicieron los periodistas que cubren la fuente de la Casa de Gobierno.