Roberto Santana ha sido reconocido como uno de los principales mentores de las reformas del sistema penitenciario y se ha convertido en un especialista de la materia con reconocimiento internacional.

Tiene la gran virtud de que al hablar del tema puede mostrar sus acciones, lo que le confiere una gran autoridad moral en la materia.

Por tanto, sus pronunciamientos públicos sobre los obstáculos que enfrenta la expansión o continuidad de la reforma carcelaria son un llamado a la atención que se debe tomar con espíritu constructivo.

Desde hace mucho, desde las páginas de EL DÍA, se llamaba la atención sobre lo extraño de que con tantas deficiencias en el sistema penitenciario no se hayan puesto en funcionamiento las instalaciones de la conocida como la Nueva Victoria.

El caso de corrupción que se investiga en torno a la construcción de esa obra no debe impedir que se ponga en funcionamiento, pues la misma puede ser auditada por igual.

El antiguo sistema penitenciario es una vergüenza y un abierto foco de corrupción. Resulta evidente que los beneficiarios de esa corrupción querrán boicotear la reforma, pero la Procuraduría debe impedirlo y continuar empujándola a toda costa.