¿Conoces a alguien que siempre se está quejando? La psicología explica por qué ocurre esto
Santo Domingo. – Quejarse de vez en cuando es completamente normal. Todos lo hacemos: cuando algo no sale como esperábamos, cuando el día ha sido pesado o cuando una discusión nos deja mal sabor. Expresar nuestro malestar puede ser, incluso, beneficioso para la salud mental.
Pero ¿Qué pasa con esas personas que viven en una queja constante?
Cuando la queja se vuelve parte del día a día
Hay quienes parecen ver el mundo a través de un filtro gris: todo les molesta, todo les sale mal y siempre hay alguien a quien culpar. Esta actitud, más allá de ser agotadora, puede terminar afectando sus relaciones, su bienestar y su entorno emocional.
El psicólogo Xavier Molina explica que muchas veces, detrás de esa constante insatisfacción, hay una forma de protegerse: culpar a los demás para no asumir responsabilidades. A esto se le llama victimismo crónico.
¿Qué es el victimismo crónico?
Se trata de una actitud que se instala casi sin que la persona lo note. El mundo se ve como un lugar hostil, donde todo conspira en su contra. Y aunque parezca exagerado, esta forma de pensar puede ser muy limitante.
Según Molina, el victimismo se reconoce por algunos patrones muy claros:
- Todo es un ataque personal: cualquier comentario o gesto es interpretado como una ofensa.
- La queja es constante: pero no para buscar soluciones, sino para llamar la atención o sentirse validado.
- Siempre hay un culpable externo: la pareja, el jefe, la familia, el tráfico, el clima… cualquiera menos uno mismo.
- No hay autocrítica: no se analizan los propios errores ni se considera cambiar.
¿Y si yo soy así… o conozco a alguien así?
La buena noticia es que se puede cambiar. El primer paso, como en muchas cosas, es reconocer lo que está pasando. Aceptar que uno está atrapado en un ciclo de quejas es clave para empezar a salir de él.
La terapia psicológica, especialmente la cognitivo-conductual, ayuda a identificar estos patrones y a trabajar en la autoestima y la responsabilidad personal. También es importante que el entorno —familia, amigos, pareja— aprenda a poner límites y no alimente el rol de víctima con atención excesiva o sobreprotección.
Etiquetas
Artículos Relacionados