
Después de una semana en que los diputados estuvieron dedicados a tareas internas, como las de comisiones, han tenido unos días muy activos, lo que hace pensar que la semana pasada no fue de vacaciones, sino realmente de puesta al día en algunos temas que debían ser discutidos.
Lo malo de sustraer a los legisladores de las tareas por las que se les reconoce es que llegan regularmente al final de la legislatura con asuntos pendientes que debieran ser trabajados sin prisa y con atención, pero para los que no tienen tiempo, como sucedió con el Código Penal en julio pasado.
En esta ocasión
En la legislatura en curso parece que no tendrán casos extremos, como lo era el de un nuevo Código Penal. Tal vez el tema más fuerte del que deberán ocuparse es del Presupuesto, pero ese es un clavo pasado.