El accionar opositor del perremeismo está bajo observación y su dirigencia debe entenderlo así. Ayer ocurrió un episodio previo a la elección del bufete directivo de la Cámara de Diputados que, aunque no pasa de algo anecdótico, refleja falta de malicia política en el PRM.
El vocero del Partido Reformista Social Cristiano, quizás con la sola intención de dar un pellizco, presentó una plancha diferente a la que llevaba el Partido de la Liberación Dominicana y en la misma incluyó a dos legisladores del PRM.
La reacción del vocero del partido opositor de mayor representación congresional fue desautorizar a sus compañeros y afirmar que su partido no había autorizado a ninguno de sus miembros a aspirar.
Esa nueva apuesta en común con el oficialismo no contribuye a asentar la imagen de opositor, especialmente cuando las aguas en el PLD están turbulentas por disputas entre grupos.