Elizabeth Muñoz y Joel Díaz en enero se juraron amor hasta que la muerte los separe, pero el fin de sus días les llegó juntos cuando fueron acribillados por una patrulla policial.
Santo Domingo.-Los asesinatos por “errores” de la Policía Nacional son cosas comunes y demuestran que más que en procura de producir arrestos, andan de cacería bajo la aparente consigna de “dispara y después pregunta”, pues solo eso justifica que disparen contra personas que no muestran ningún indicio de agresividad o resistencia.
Las últimas víctimas fueron la joven pareja de pastores evangélicos asesinados a tiros por agentes policiales que les ordenaron detenerse y cuando se acercaron al vehículo la emprendieron a tiros.
Joel Díaz y Elizabeth Muñoz Marte regresaban, junto a otros amigos, de participar en un culto religioso en Villa Altagracia y fallecieron sin oportunidad de hablar y sin entender lo que estaba ocurriendo, según contaron testigos.
La versión inicial de la Policía se refería a un “confuso accidente”, mientras que en el cuartel de Villa Altagracia se indicaba que se había tratado de una confusión, pues se estaba tras la pista de unos supuestos delincuentes que andaban en un vehículo similar al de la joven pareja de pastores evangélicos.
“Nos hicieron parada, comenzaron a apuntarnos y luego a disparar. Me bajé y cuando pararon pude ver al amigo mío que iba delante botando sangre por el cuello”, testimonia Claudio Alberto Ramírez, compañero de viaje de la pareja asesinada y que también resultó herido.
Ese es solo uno de los tantos “errores” cometidos por agentes policiales que cuestan la vida a personas inocentes que ni siquiera oponen resistencia cuando son detenidos o llamados por las patrullas.
El padre Tineo
Uno de los “errores” más notable fue el que le costó la vida al sacerdote José Tineo, asesinado por dos agentes que supuestamente estaban buscando a un delincuente que casualmente andaba en un carro con las mismas características del “Toyota Corolla” en el que andaba el sacerdote.
El 26 de agosto de 1998 el padre Tineo se aparcó frente a la sede de la Congregación “Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús”, donde se edita la revista Amigo del Hogar, a la espera de que sus colegas se levantaran.
Eran alrededor de las 5:30 de la mañana. El sacerdote había llegado muy temprano y por eso se detuvo a esperar que dieran las 6:00 de la mañana para no molestar a deshora a los otros sacerdotes que viven en esa residencia de los religiosos en el sector “Los Prados”, de esta capital.
Mientras estaba aparcado, dos agentes se le acercaron y uno de ellos, sin intercambiar palabras, le hizo dos disparos desde la ventana del conductor. Murió en el acto y la primera reacción de los agentes fue reportar un falso intercambio de disparos, pero debieron cambiar la versión tan pronto se dieron cuenta que el muerto era un sacerdote.
El agente que hizo los disparos, el cabo Rafael Paredes de la Cruz ofreció la versión de que disparó porque Tineo intentó desarmarlo agarrándolo por la camisa e intentado introducirlo al vehículo.
Pero su mentira no duró mucho porque su propio compañero, el raso Juan Bautista de la Rosa, confesó en los interrogatorios que “no hubo forcejeo entre el cabo y el herido. Ni siquiera hubo discusión”.
En ese momento la misma Policía Nacional intentó minimizar lo ocurrido y presentarlo como una simple negligencia y la Comisión Investigadora creada a la sazón recomendó que los dos agentes fueran llevados a un tribunal policial para ser juzgados por actuar con “negligencia, falta de tacto, imprudencia y exceso en el desempeño de sus funciones”.
El supuesto error que le costó la vida al padre Tineo frente a la residencia de la congregación Misioneros del Sagrado Corazón tuvo su origen en que esa patrulla del Departamento contra Homicidios de la Policía fue informada de que el acusado de un homicidio ocurrido la noche anterior en San Juan de la Maguana tenía intención de acudir a una casa vecina de la de los sacerdotes.
Extrajudiciales
Muchos de esos errores tienen su origen en uno de los temas con los que con frecuencia se cuestiona el accionar policial: las ejecuciones extrajudiciales.
Justamente, el informe sobre la situación de los derechos humanos en República Dominicana preparado por el Departamento de Estado de Estados Unidos refiere este como uno de los grandes cuestionamientos al accionar policial.
Citando datos del Gobierno, el Departamento de Estado refiere que entre 2007 y 2019 murieron más de 3,000 personas en ejecuciones extrajudiciales, lo que da un promedio de más de 250 personas por año.
El departamento de Estado citó las denuncias de asesinatos ilegales o arbitrarios por parte de las fuerzas de seguridad del gobierno como uno de los principales problemas de Derechos Humanos en República Dominicana.
Tétrica estadística
250 Asesinatos.
Extranjudiciales es el promedio anual en República Dominicana, según organismos de Derechos Humanos.
Abinader habla con los familiares
Indignación. El presidente Luis Abinader publicó anoche en Twitter que habló con los padres de Joel y Elizabeth, a quienes pidió perdón en nombre del Estado por la acción policial que los privó de la vida la noche del martes, cuando salían de una prédica religiosa en Villa Altagracia.
En la tarde había hablado del caso en una rueda de prensa en la que dijo: “Es un día en el que cuesta describir con palabras lo que uno siente, porque ninguna alcanza a expresar la indignación, el grado de dolor y la rabia que todos llevamos dentro al ver la noticia del tiroteo a cargo de policías que han arrebatado la vida a dos jóvenes dominicanos que tenían un gran futuro por delante”, dijo el presidente en tono molesto.
Expresó que “con toda la determinación de su cargo, de todo el pueblo y del gobierno”, no va a permitir un acto como ese.
Continuó diciendo que no se permitirá, bajo ninguna circunstancia, que nadie esté por encima de la ley.
Dijo que esta triste noticia le reafirma el compromiso con una reforma policial integral.