Las malas costumbres y la permisividad nos mantienen presos de los políticos

Las malas costumbres y la permisividad nos mantienen presos de los políticos

Las malas costumbres y la permisividad nos mantienen presos de los políticos

Las malas costumbres y la permisividad,

Nos mantienen presos de los políticos

Porque… Nos quieren decir que evolucionamos,

Cuando es todo lo contrario.

La obra maestra de la injusticia,

Es parecer justo sin serlo.

Platón.

Las costumbres, principalmente las malas, como esa de olvidar los hechos quizás por temor a enfrentarlos, es lo que nos tiene acorralados como pueblo, en medio de la desvergüenza de aquellos que no se han saciado de pisotearnos y encima de eso, burlarse de todo un país. Y sin continuar leyendo, todo el mundo sabe a quienes me refiero. Diabluras tras diabluras y aceptamos mansamente todo, hasta que por medio al lenguaje engañoso que siempre utilizan, nos alteren su significado.

Todavía les falta mucho por hacer, porque de llegar al colmo, todavía no lo han hecho. Cosas simples y sin aparente daño o mala intención, en eso son especialistas. Como esa de proclamar y supuestamente defender la igualdad de género, pero crean privilegios que van contra de la llamada Carta Magna donde se consigna que ante la ley, todos somos iguales. Pero los honorables crean leyes hasta para que un 33% de las mujeres ocupen los puestos electivos, pero tampoco lo cumplen, ya que en los hechos hacen todo lo contrario.

Quizás por eso me siento avergonzado cada vez que escucho, y como expreso el Profesor Andrés Mateo, la aberración de hablar de “mienbras y miembros”, así por igual, cuando se refieren a los “dominicanos y las dominicanas”, estableciendo con ello una discriminación de género, ya que solo con “dominicanos” estamos incluidos todos, incluyendo a los gay, que al parecer, para estos políticos que se han inventado estas terminologías discriminatorias, ellos ni son uno, ni son otro… ¿o sí?

Muchos dirán que eso no es nada porque ellos, “los honorables”, siempre han sido así y es precisamente ahí donde radica el gran   problema, porque nos hemos acostumbrado a sus “indelicadezas” y su depravada oratoria. Cada día, supuestamente crean algo nuevo, una iniciativa, una acción o una ley que entre otras cosas están llamadas a facilitarnos el mañana, podríamos decir incluso, que nos conducen al progreso, a la institucionalidad, pero todo es mentira, son argucias y truchimanerias a las cuales nos tienen maniatados y acostumbrados los “honorables” y políticos en general.

Hicieron una chapucería con la ley orgánica de las Fuerzas Armadas creando algo a la medida para un grupo de espalderos y lacras, la cual aseguramos desde siempre que nacería nati-muerta, y vaya usted a ver maldición esta, que así ocurrió, así nació. Ahora le corresponde a la Policía y al parecer será peor. Todo es cosmético, quieren ponerle saco y corbata a un sucio mendigo, pero sin hablar de alimentarlo y mucho menos bañarlo. Cambiar nombres y articular incongruencias, porque si ya el “jefe” pasara a ser el “Director General”, entonces, de dónde sacan el numerito de 20 “Generales”. ¿Significa que la Policía seguirá utilizando la terminología militar?

¿Sera que ese número significa proseguir con la degradación de los rangos, designando un general donde quizás el trabajo le corresponda a un mayor? Si en verdad quisieran hacer una reforma, cual es el por qué no se desmilitariza ese organismo de una vez y llevarlo a ser lo que en realidad debe de ser, esto es, “un órgano civil armado”. Todo esto, a menos que se esté justificando el desmadre de rangos que han producido los políticos dentro de este organismo.

Existen, si así lo quieren nuestros “honorables” tan dados a copiar leyes y cuantas vainas ven en otros países, nombres para designar los rangos de los miembros de este cuerpo, cuyo ascenso, no sería necesariamente en rangos sino en emolumentos, llegando inclusivea que un sargento de patrulla llegue a ganar, por méritos y por antigüedad, tanto como un sub-director general, pero no pasa del rango de Sargento de Patrulla.

O quizás sería conveniente, hablar o asesorarse con el ex-Ministro de las FF.AA, Soto Jiménez y su antiguo y bien pensado proyecto de la Escuela para Sargentos de Patrullas, P.N…¡No, suena muy bonito!, es mejor continuar con la farsa. ¡Si señor!

Twitter:@rafaelpiloto01

 

 



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