El presidente Barack Obama no pudo contener las lágrimas en la conferencia de prensa en la que anunció este martes sus nuevas medidas para reducir la violencia por armas de fuego en Estados Unidos.
El emotivo momento ocurrió cuando Obama recordó a la veintena de niños que murieron en el tiroteo ocurrido en una escuela de Newtown, Connecticut, en diciembre de 2012.
La reacción del mandatario fue recibida de forma dispar por sus conciudadanos.
Algunos usuarios de Twitter calificaron el momento como «poderoso», «legítimo» y «sincero» y dijeron que Obama se había mostrado en su «mejor versión, lleno de corazón y emoción».
El columnista del diario New York Times Nicholas Kristof dijo que «todos deberíamos estar llorando por los 32.000 estadounidenses que mueren por armas de fuego cada año».
Por otro lado la Asociación Nacional del Rifle publicó un comunicado en el que decía que el discurso del presidente sobre las armas era «emocional y condescendiente».
Muchos defensores de los derechos a portar armas dijeron que se trataban de «lágrimas de cocodrilo».
«Qué payaso, montando un show para que todo EE.UU. se lo crea», escribió un usuario de Facebook. Otros opinaron que Obama era «patético, débil y deshonesto».