Aunque las lagañas son molestas y poco estéticas, son una parte normal del funcionamiento de los ojos.
Las legañas, también conocidas como «lagañas» o «pringue», son esas costras o secreciones que se acumulan en los ojos, principalmente en las comisuras, mayormente durante la noche.
Aunque son molestas y poco estéticas, son una parte normal del funcionamiento de los ojos.
Las legañas están compuestas principalmente por:
- Lágrimas: Las lágrimas son esenciales para mantener la superficie ocular húmeda y libre de irritantes. Durante la noche, la producción de lágrimas disminuye, lo que hace que se sequen y se espesen, formando parte de las legañas.
- Mucosa: La mucosa es una sustancia pegajosa que recubre la superficie del ojo y ayuda a atrapar polvo, bacterias y otros desechos.
- Células muertas: La piel del ojo, como la del resto del cuerpo, se renueva constantemente. Las células muertas se desprenden y se mezclan con las lágrimas y la mucosa para formar las legañas.
- Grasa: Las glándulas de Meibomio, ubicadas en los párpados, producen una sustancia grasa que ayuda a mantener la película lagrimal estable. Si estas glándulas no funcionan correctamente, la película lagrimal se puede romper y las legañas se vuelven más espesas y pegajosas.
Las legañas son una parte normal del funcionamiento de los ojos y su aparición se debe a una combinación de factores:
- Disminución de la producción de lágrimas durante la noche: Como se mencionó anteriormente, la producción de lágrimas disminuye durante el sueño, lo que hace que se sequen y espesen.
- Frotamiento de los ojos: Frotarse los ojos puede irritar la superficie ocular y aumentar la producción de legañas.
- Infecciones oculares: Algunas infecciones oculares, como la conjuntivitis, pueden producir legañas más abundantes y de color amarillo o verdoso.
- Sequedad ocular: La sequedad ocular, también conocida como síndrome del ojo seco, puede causar una producción excesiva de legañas, especialmente por la mañana.
- Blefaritis: La blefaritis es una inflamación de los párpados que puede obstruir las glándulas de Meibomio y provocar legañas espesas y pegajosas.
- Alergias: Las alergias oculares pueden causar picazón, enrojecimiento y legañas.
Si bien las legañas son una parte normal del funcionamiento de los ojos, no obastante, hay algunas cosas que puedes hacer para prevenir su acumulación excesiva:
- Lávate las manos con frecuencia: Esto ayudará a prevenir la transmisión de bacterias a los ojos.
- Evita frotarte los ojos: Frotarse los ojos puede irritar la superficie ocular y aumentar la producción de legañas.
- Duerme lo suficiente: La falta de sueño puede contribuir a la sequedad ocular y la formación de legañas.
- Utiliza un humidificador: Un humidificador puede agregar humedad al aire, lo que puede ayudar a prevenir la sequedad ocular.
- Aplica compresas tibias: Las compresas tibias pueden ayudar a ablandar las legañas y facilitar su eliminación.
- Consulta a tu médico: Si tienes legañas excesivas, especialmente si se acompañan de otros síntomas como enrojecimiento, picazón o dolor, consulta a tu médico para descartar cualquier problema subyacente.
Las legañas no son motivo de preocupación, sin embargo, si son excesivas, persistentes o se acompañan de otros síntomas, es importante consultar a un médico para descartar cualquier problema subyacente.
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