CONSTANZA.-La tendencia minimalista de la década del 90 les quitó preponderancia a las flores en la decoración y el corazón de las mujeres.
Sin embargo, esa línea austera ha cedido terreno y ellas han recuperado su primacía, a tal punto que se viven creando nuevas variedades y colores para sorprender y conquistar al más huraño y renegado.
Una muestra de ello son las más de 100 variedades de flores y follajes que se producen en los invernaderos del Jardín Constanza, las cuales representan el 40 % de la producción nacional.
En el valle encantado
En el país, la familia Sepúlveda, liderada por don Julio, inició en 1975 el cultivo de flores en el “Valle Encantado”, el cual posee el clima apropiado para sembrar variedades nativas e importadas.
Lo que en su momento nació bajo la incredulidad de sus conocidos, quienes le decían: “pero, ven acá, tú estás loco, sembrando flores”, hoy es una de las empresas más pujante de este sector, con casi mil tareas sembradas, una empleomanía de 600 personas y una red de 16 sucursales con cuartos fríos bien refrigerados, para preservarlas hermosas y frescas.
“Esto ha sido el esfuerzo de la familia, de mis 4 hijos -Raymond, Jeguel, Reynol y Belmont- y de mi esposa Yolanda –que estuvo conmigo desde el principio-. Ahora, tenemos un equipo fuerte de producción integrado por Ángel Durán, Nelson Peralta y Faustino Cornelio”.
A 1,200 metros sobre el nivel del mar ellos cultivan variedades extranjeras, de las que importan el material vegetativo, es decir, los bulbos, esquejes y semillas, los cuales son conservados a dos grados bajo cero hasta el momento de su siembra.
En la tierra de Constanza, los Sepúlveda cultivan flores procedentes de Colombia, Ecuador, Alemania, Costa Rica, Estados Unidos, Israel, España, Holanda y del continente africano, como las rosas, margaritas, girasoles, gerberas, crisantemos, anturios, mini claveles, boquita de dragón, agapantos, hortensias, estátice, lisiantos y liliums; a lo que don Julio agrega: “Cada cultivo tiene sus propias exigencias, tenemos como 15 especies de flores distintas. siendo las rosas las más exigentes, llamadas las reinas de las flores”.
El paseo de las flores
En un recorrido denominado “Tour de las flores”, los periodistas pudimos conocer los tres invernaderos de Jardín Constanza, ubicados en los proyectos “El Manantial”, “Las palmas” y “Rosas de la montaña”, y escuchar de don Julio su intención de dar vida al mismo para que turistas y criollos puedan conocer su proceso de producción.
Otras de sus iniciativas es recibir en sus plantaciones estudiantes de los centros educativos de Constanza, quienes realizan las 40 horas de pasantía que necesitan para graduarse de bachillerato.
Los Sepúlveda son de esas familias que han levantado un negocio por su pasión, apostando a un cultivo de flores con procedimientos que respetan a la madre naturaleza, reciclando las aguas residuales y utilizando un sistema hidropónico.
400 mil metros de invernaderos
Es el espacio dispuesto para la siembra de las flores bajo techo.