En la homilía celebrada en la Catedral Primada de América en Santo Domingo, sacerdotes y religiosas clamaron por realidades que, a su juicio, laceran el país.
Por: Edilí Arias / Jannelka Santana / Katherine Espino
Santo Domingo.- Desde la seguridad social hasta la canasta familiar, el rol de la mujer, el sistema penitenciario, la crisis migratoria, la salud mental y la realidad económica, política, social, religiosa y cultural actual que afectan a la sociedad dominicana, fueron objeto de crítica por parte de la Iglesia Católica durante el Sermón de las Siete Palabras este Viernes Santo.
En la homilía celebrada en la Catedral Primada de América en Santo Domingo, sacerdotes y religiosas clamaron por realidades que, a su juicio, laceran el país.
Primera palabra: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen»
En la primera prédica del Sermón de las Siete Palabras, el padre Keiter de Jesús Luciano Alcántara pidió a Jesucristo que nos perdone por los políticos corruptos que han abandonado la sociedad.
«Perdón por los de posiciones de poder miran al prójimo como peones en una mesa de ajedrez, los cuales están dispuestos a sacrificar por sus propios intereses».
El sacerdote clamó además,“perdón por los que buscan resolver los problemas y situaciones desde las plataformas digitales, en expresiones desencarnadas de la realidad, olvidando la cercanía y el encuentro. En definitiva, por los que han olvidado la razón de ser de su misión y su servicio”.
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Segunda palabra: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso. Lucas, 23: 43.
La segunda palabra estuvo a cargo del reverendo padre Gregorio Santa, criticó que, en 50 años de crecimiento económico, el país solo ha progresado en términos materiales.
«Los indicadores económicos dicen que hemos crecido en lo material, pero moralmente estamos descalabrados».
Según el prelado católico, en medio de un gran auge económico, las protecciones sociales son pírricas e irrisorias. «El sistema de seguridad social es una estafa burda con el apoyo del Estado y de la ley».
Exclamó que los grupos económicos han decidido negar derechos para ganar dinero, «todos sabemos que el día a día de las aseguradoras de salud es un robo».
El reverendo Santa criticó que para ir a consulta médica o incluso a la farmacia, los dominicanos están en el mismo punto que hace 30 años.
Durante la lectura de la segunda palabra de Jesús en la cruz del Calvario, que reza «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso. Lucas, 23: 43. Es la respuesta de Cristo a la súplica «acuérdate de mí, cuando vengas en tu reino» del ladrón arrepentido.
Tercera palabra: “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre”. (Jn 19, 26-27)
Durante el Sermón de las Siete Palabras en la Catedral Primada de América, la Iglesia Católica, Fray José Guerrero llamó a las mujeres dominicanas a provocar una revolución espiritual y un cumplir un rol histórico.
“Mujer dominicana, tienes un modelo ejemplar en la madre de Jesús, cumple hoy tu gran rol histórico que es provocar una gran revolución espiritual. Lo que más necesita esta humanidad globalizada, preñada de tanta maldad, odio, violencia, hipocresía, egoísmo, injusticia, maltrato sistemático a la madre tierra… es un salto cualitativo espiritual que nos devuelva la amistad con Dios y la fraternidad entre los seres humanos y con la madre tierra. Ese salto cualitativo en el hoy histórico pertenece a la conciencia femenina. Despierta, mujer, conéctate con tu esencia, y, como María y con María, date prisa, ponte en camino y enciende la chispa de la revolución espiritual, que cambiará el curso de la historia hacia un destino de paz, fraternidad, verdad, amor y solidaridad global”.
Al ofrecer la tercera palabra, “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre”. (Jn 19, 26-27), Guerrero añadió que la mujer dominicana, debe ser portadora de una profunda experiencia mística capaz de engendrar al nuevo ser que necesita la humanidad globalizada, “un ser humano conectado con su esencia, con su verdad eterna, con su identidad sobrenatural, con su yo soy trascendente; en una palabra, conectado con su yo soy hijo (a) de Dios”.
Cuarta Palabra: ««¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?»
««¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?»: Ante el costo abusivo de la canasta familiar haciendo que la masa pobre tenga que hacer malabares para salir a flote mes tras mes».
Al leer la cuarta palabra, Sor Trinidad Ayala clamó «¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?», Ayala se pronunció sobre el deterioro de la salud mental en el país y que las autoridades de hacen de la vista gorda y que además, «sentencian de manera injusta a nuestros hermanos a la indigencia, la indiferencia y en ocasiones hasta la muerte».
Añadió que siente la tristeza de un padre o una madre desempleada y con hijos que no tiene «cuñas» para conseguir trabajo y se sienten como Jesús, abandonado en el calvario, viendo como se le pasan los días acumulando deudas, sin saber en qué terminará su suplicio.
Además dijo que «por qué Dios ha abandonado sistema excluyente de salud el cual hace que los más pobres se les haga imposible, tener acceso a servicios adecuados de salud, medicamentos, también la medicina de alto costo, tratamientos ante enfermedades comunes y terminales».
Quinta palabra: “Tengo sed”
Al pronunciar la quinta palabra del tradicional Sermón de las Siete Palabras el diácono Ángel Cano Sención de la Parroquia San José de Calasanz, del Distrito Nacional fijó la posición de la iglesia frente a respecto a ciertas necesidades que afectan a la sociedad dominicana.
«Hoy nuestra sociedad tiene una legítima sed de una clase política que se sienta cautivada más por los ideales de justicia que por el poder, que asuma procesos de transformación que apunten a la consolidación de una sociedad más justa y equitativa; que impulse una economía orientada hacia la creación de incentivos de progreso y de oportunidades para la mayoría, y que abra las puertas al verdadero desarrollo de la persona», sentenció el diácono .
«Nuestro pueblo tiene sed de un sistema educativo eficiente que promueva el desarrollo de la persona a través del conocimiento y la formación, de una clase profesoral responsable y comprometida en sembrar valores en el alma de nuestros niños, niñas y adolescentes», indicó.
Además, sostuvo que la sociedad dominicana tiene sed de un sistema de salud y seguridad social inclusivo, que responda a las necesidades de todos sin discriminación, que no descuide ni margine a nuestros envejecientes, necesitados de atención en esa etapa sensible de la vida.
Sexta palabra: “Todo está consumado”
Al pronunciar la sexta palabra del Sermón de las siete palabras el diácono Blas Bonilla Morfe de la Parroquia Inmaculada Concepción, del Distrito Nacional sostuvo que la sociedad dominicana enfrenta día a día problemáticas como desigualdades sociales, inseguridad ciudadana, alto costo de la vida, desempleo y otros más, «esta es una realidad difícil y en ocasiones nos sentimos impotentes».
Añadió que Son tantas las problemáticas que tenemos en el mundo actual, «que no podemos pasar por la vida sin ayudar a transformar esta realidad, para que la plenitud se comience a gestar, dando siempre lo mejor de cada uno de nosotros. La plenitud no es un punto de llegada, sino una opción de vida, una decisión de entrega permanente y total».
De modo que, así como Jesús, llamó, a no perder la esperanza, a comprometernos más y a ser conscientes de que «Él estará siempre con nosotros, pues así nos lo prometió», dijo.
De igual modo, preguntó tanto al presidente Luis Abinader y a los demás funcionarios si han cumplido con su misión.
«Tú, empleado público, ministros del gobierno, militares, senadores y diputados ¿pueden decir a Jesús, misión cumplida?. Señor presidente de nuestro país, usted puede decir a Jesús ¿misión cumplida?», sostuvo.
Séptima palabra: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu»
la Iglesia Católica mostró su preocupación por la inseguridad ciudadana, la violencia intrafamiliar, la política mal entendida y ejercida y la alarmante frecuencia de los abusos sexuales a menores que registran en el país .
De igual modo recomendó encomendar en las manos del Padre «todo lo que nos duele y preocupa».
Tales como «la inseguridad ciudadana, la crisis climática, los niños y niñas abusados sexualmente, las mujeres maltratadas y asesinadas, las victimas del fuego de Salcedo, y de La Victoria, las elecciones de mayo, la política mal entendida y ejercida, los mercaderes de la política que nos están prometiendo un paraíso; y los que nos quieren hacer creer que ya vivimos en el», citó.
En su discurso de la Séptima palabra basado en el pasaje bíblico Lc. 23, 46 “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu» , la Dra. Ángela López (Laica) comprometida Miembro de la Comisión de Prevención de abuso sexual de menores expresó que en general, tememos al fracaso y a la muerte.
«Adolecemos de una profunda inseguridad, de un derrumbe de la confianza. Es paradójico, porque estamos mucho mejor protegidos y más seguros que ninguna otra generación precedente dentro de la historia de la humanidad, al menos en Occidente», subrayó.