Los diputados tienen sentimientos encontrados en lo relativo a la reducción de la matrícula de los miembros de la Cámara Baja contenida en el proyecto de reforma constitucional.
Los veteranos, que son minoría, coinciden en que 190 diputados han convertido en inmanejable los trabajos de ese hemiciclo, pero los de recién ingreso entienden que para la próximas elecciones mantener una curul sería más difícil.
Las cúpulas partidarias opositoras están jugando doble barajas porque por lo bajo entienden que aumentar a 20 la cantidad de diputados nacionales permitirá ejercer mayor control sobre la calidad de la oferta congresional y por tanto se podría tener un mejor Congreso, pero no quieren manifestarlo públicamente para que no se vea como que están apoyando la propuesta oficial.
Negociación para un punto medio
En el Senado hay una fuerte determinación de apoyar la propuesta del Poder Ejecutivo, pero entienden que se puede llegar a un acuerdo con los diputados para que la reducción de la matrícula de la Cámara Baja sea menor que lo propuesto. Lo del candado a la reelección se tiene como un clavo pasado y lo del Ministerio Público.