SANTO DOMINGO.-El valor de la isla de Santo Domingo está determinado hoy día por su complejidad social, su fragilidad política, la importancia económica y la significación demográfica.
Pero todo ello, contrario a otras épocas, forma un conjunto de valores que deben ser tomados en cuenta por sus dueños, es decir, por dominicanos y haitianos.
Un poco de historia
En los primeros años de la Colonia, finales del siglo XV e inicios del XVI, Santo Domingo fue muy bien valorada en términos estratégicos por el hecho de encontrarse en el centro de las Antillas.
Hoy día esta posición central puede seguir siendo importante, pero no como para convertirla en el nudo de la corbata americana.
Cuba es, con mucho, la más grande en términos geográficos de las islas del Caribe. Su tamaño supera la suma de todas las demás juntas, incluidas las Antillas Menores.
En el plano demográfico y económico, en cambio, Santo Domingo tiene más peso.
Su complejidad política está determinada por la frágil estructura del poder en las dos naciones establecidas en la isla, un hecho que lleva a los partidos políticos a un primer plano y a la administración pública a una posición prominente; y como esto es una consecuencia de la composición social y su devenir, los retos que plantea el gobernar a cualesquiera de estos dos pueblos ha obligado en ocasiones a la tutela internacional.
Algunos números
Una mirada al perfil social de República Dominicana, Haití, Cuba y Jamaica contenido en la página de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) permite apenas algunas comparaciones, en vista de que el único de estos Estados del que se tienen datos completos es del dominicano (excluido Puerto Rico por su condición de asociado con Estados Unidos) .
Según la Cepal, Cuba, con algo más de 11 millones de habitantes, tiene una esperanza de vida de 80 años; tasa de mortalidad materna, 39 por cada 100 mil y la mortalidad infantil, menos de 5 por cada mil nacidos vivos; la tasa de alfabetización de personas entre 15 y 24 años, 99.99 %; proporción de la población que utiliza fuentes mejoradas de abastecimiento de agua potable, 95 %; proporción de la población que utiliza instalaciones de saneamiento mejoradas, 93 %.
El PIB de Cuba, 82,883 mil millones de dólares, es el más alto de estos cuatro países.
República Dominicana, según la misma página, con algo más de 10.8 millones de habitantes, tiene una esperanza de vida de 74 años; tasa de mortalidad materna, 92 por cada 100 mil y la de mortalidad infantil, 18 por cada mil nacidos vivos; la tasa de alfabetización de personas entre 15 y 24 años, 97.6 %; proporción de la población que utiliza fuentes mejoradas de abastecimiento de agua potable, 84.7 %; proporción de la población que utiliza instalaciones de saneamiento mejoradas, 84 %.
República Dominicana proporciona información sobre empleo y remuneración y sobre pobreza y distribución del ingreso, pero los otros países utilizados en esta comparación no lo hacen.
El PIB de República Dominicana, 71 mil 584 mil millones de dólares.
Haití, con algo más de 11 millones de habitantes, tiene una esperanza de vida de 64 años; tasa de mortalidad materna, 359 por cada 100 mil y la de mortalidad infantil, de 59 por cada mil nacidos vivos; la tasa de alfabetización de personas entre 15 y 24 años, 72 %; proporción de la población que utiliza fuentes mejoradas de abastecimiento de agua potable, 58 %; proporción de la población que utiliza instalaciones de saneamiento mejoradas, 28 %.
El PIB de Haití, 7 mil 647 millones de dólares, es el más pequeño de entre estos cuatro países.
Jamaica, por último, con alrededor de 3 millones de habitantes, tiene una esperanza de vida de 76 años; tasa de mortalidad materna, 89 por cada 100 mil y la de mortalidad infantil, 14 por cada mil nacidos vivos; la tasa de alfabetización de personas entre 15 y 24 años, 92 % (datos de 1999); y 94 % utiliza fuentes mejoradas de abastecimiento de agua potable.