Leonel Fernández puede decir que los números no alcanzan para aprobar las primarias abiertas gracias a que la oposición ha manifestado que no votará por ellas en la ley de partidos políticos, pero experiencias pasadas le indican que no haga esa afirmación con mucha fuerza.
No debe olvidar el expresidente que para intentar impedir la reforma constitucional de 2015 contaba con una gran cantidad de legisladores peledeístas que cambiaron de opinión en el camino entre la Fundación Global y el Congreso Nacional, con casos muy emblemáticos.
También debe recordar el exmandatario que en ese momento tenía en su contabilidad a un decidido opositor Miguel Vargas Maldonado, líder de lo que quedaba del Partido Revolucionario Dominicano, quien con un simple coqueteo también se sumó al reeleccionismo.
Dicho en otras palabras, a Leonel Fernández que no se fíe de los números que observa ahora, pues hace poco le demostraron que pueden cambiar con suma facilidad.
El arma que esgrimió internamente para oponerse a las abiertas fue el de la inconstitucionalidad del procedimiento y parece que no debiera abandonar ese camino.
Quienes se han creído lo de que en política hay cosas que no se ven, que en ocasiones suelen ser más importantes que las que están visibles, les ha cogido con pensar que el de ahora es un simple ejercicio para ver si en un segundo round se puede conseguir mayoría para una reforma constitucional.
Simple, la mayoría que se requiere para aprobar la ley de partidos políticos, por ser una ley orgánica, es la misma que se requiere para hacer una reforma a la Constitución.