La detección prenatal de cardiopatías debería ser por lo tanto el principal objetivo del exámen obstétrico fetal, por la incidencia e impacto familiar.
Se define como Cardiopatía Congénita a la malformación estructural o alteración funcional del corazón y sus grandes vasos, estas son detectadas durante la gestación o presentes al momento de nacer y se originan en las primeras semanas del embarazo por factores que actúan alterando el desarrollo embriológico del sistema cardiovascular.
Técnicas de diagnóstico
A pesar de que las técnicas de diagnóstico prenatal han mejorado considerablemente, la detección precisa y la solución a tiempo del neonato con cardiopatía congénita (sobre todo en países desarrollados) siguen siendo un motivo de gran preocupación para los pediatras, especialmente aquellas críticas, asegura Janet Toribio, jefa de Cirugía Cardiovascular Pediátrica del Centro de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat).
“Las malformaciones cardíacas congénitas varían de benignas a condiciones muy graves. Es conocido que de ocho a 10 niños por cada 1000 nacidos vivos tendrán una cardiopatía y que tres de ellos padecerán una cardiopatía crítica, es decir que necesitarán algún tipo de intervención (cirugía, cateterismo o ambos) antes de los 30 días”, comenta Toribio.
Cardiopatías críticas
Otros datos que resalta la galena es que existen al menos 10 cardiopatías críticas, como son: la Transposición de grandes arterias, Estenosis pulmonar y aórtica críticas o atrésicas, Síndrome de corazón izquierdo hipoplásico (SCIH), entre otras, las cuales necesitarán un diagnóstico inmediato o preferiblemente prenatal, con intervención temprana para asegurar la supervivencia.
En la gran mayoría de estas condiciones, según Toribio, que amenazan la vida del recién nacido, los hallazgos clínicos y físicos son inespecíficos y vagos, fácilmente confundibles con cuadros infecciosos, sepsis neonatal, error innato del metabolismo, hipertensión pulmonar persistente del recién nacido y otras enfermedades pulmonares.
“Esto hace más difícil el diagnóstico, por lo tanto muchas malformaciones graves pasan desapercibidas y pueden avanzar en pocas horas después del nacimiento y fallecer repentinamente.
Sin embargo, con la intervención temprana, la mortalidad neonatal por causa cardíaca puede descender de 2-3/1000 hasta 0,6-0,8/1000 nacidos vivos”, agrega la especialista.
La detección prenatal de cardiopatías debería ser el principal objetivo del exámen obstétrico fetal, por la incidencia e impacto familiar.
De acuerdo a Toribio, el examen cardíaco básico normal, corresponde al médico de atención primaria u obstetra, el examen especializado y la asesoría familiar corresponde al cardiólogo pediatra.
Incidencia
La mitad de las cardiopatías críticas serán moderadas, pero un tercio de ellas serán graves con mortalidad alta de un 25-35 %.
En ese sentido, a las cardiopatías críticas se les atribuye una mortalidad mayor que el 60 % durante el primer año de vida. Explica: “Es por esto, que los embarazos de alto riesgo requieren de una alta atención y cuidado adecuado a través del mismo.
Actualmente, se puede visualizar la anatomía fetal y las anomalías en una etapa más temprana”.
Las más comunes
Las cardiopatías congénitas son de 5-7 veces más comunes que los síndromes genéticos y 3-4 veces más frecuentes que los defectos del tubo neural, pero son las menos detectadas.
¿A quién se debe estudiar?
El eco obstétrico debe incluir rutinariamente una vista al corazón y sus grandes arterias y enviar para ecocardiografía fetal a aquellas gestantes que tengan indicación precisa.
Conocer el diagnóstico desde la vida intrauterina permite el planeamiento anticipado de las acciones para ser adoptadas por el equipo médico en el postparto inmediato.
En ese sentido, debemos destacar que la adopción de medidas terapéuticas cardiológicas dirigidas al feto, incluso desde antes de nacer, ya es una realidad que está en expansión en todo el mundo.
El eco obstétrico debe hacerse antes del segundo y tercer trimestre.
Según Toribio, la edad ideal para el cardiólogo es de las 22 a las 28 semanas.
“Conociendo que el principal objetivo del diagnóstico prenatal por ecocardiografía, es la detección precoz de cardiopatías congénitas.