Las amenazas de guerra: ¿Hacia dónde conducen?

Las amenazas de guerra: ¿Hacia dónde conducen?

Las amenazas de guerra: ¿Hacia dónde conducen?

Por: Ángel Veras Aybar

La humanidad está atravesando por momentos difíciles, hay quienes sostienen que son parecidos a los vividos en 1962 con la crisis de los misiles soviéticos en Cuba, los cuales estaban prestos a apuntar hacia Estados Unidos.

Tales amenazas aparecen a raíz de los afanes expansionistas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN); entidad militar creada luego de la segunda guerra mundial con la finalidad de usarla como adversario del otro acuerdo militar denominado, Pacto de Varsovia bajo la hegemonía de la Unión Soviética.

Desde el año 2010 los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN realizan preparativos de guerra, algunos de esos planes han sido puestos en práctica en Irak, Siria, Afganistán, Yemen; también han manejado amenazas contra otros Estados como Irán, Venezuela, Corea del Norte, pero lo más actualizado son los amagos y preparativos que se registran en las zonas del Mar Negro, el territorio ucraniano y el acercamiento o intento de cerco a la Federación Rusa.

Rusia ha dicho que no tolerara que la OTAN y EEUU lo cerquen vía Ucrania o cualquier otro Estado fronterizo de los que pertenecieron a la antigua URSS.

Como consecuencia de la crisis existente, se han producido varias rondas o cumbres entre los rusos y estadounidenses, una presencia y otras virtuales, esto supuestamente en la búsqueda de una desescalada, e incluso tienen prevista una próxima sesión para el día 10 de enero; no obstante esos acercamientos; los dimes y diretes van en aumento y el examen de las posturas de Putin recordando el carácter no creíble de USA y las ocupaciones o apoderamiento de territorios en México, lo llevan a desconfiar de los que ellos llaman sus socios.

Las amenazas de guerra no solo se limitan a intercambio de palabras, sino también a presentar sus músculos mediante: movimientos de miles de soldados, armas sofisticadas y muy poderosas; desarrollo de acciones de espionajes al más alto nivel; establecimiento de sanciones y otros mecanismos de la diplomacia y el poder militar de las potencias en disputas.

A todo eso también se agrega el hecho de que los rusos, han indicado que no toleraran que USA y la OTAN crucen las Líneas Rojas; las cuales al parecer hace rato que las cruzaron; con miles de soldados asesorando en Ucrania, George, Polonia y otros.

Los que amamos la confraternidad y convivencia pacífica entre los pueblos tenemos que sentir no solo una actitud de nostalgia frente a la amenaza de guerra y provocaciones que vive la zona que comprende el área fronteriza de Rusia y Ucrania; sino que esa situación se torna más preocupante; si se toma en cuenta que las potencias occidentales están sacando gran capital político y militar a la existencia en el gobierno ucraniano de ideas ultraconservadoras, neofascistas y xenófobos.

Estos sectores bajo el chantaje de la supuesta amenaza rusa juegan al sentimiento nacionalista ucraniano, cuando en realidad de lo que se trata es de la realización de un movimiento de piezas por parte de Estados Unidos y aliados, ante las derrotas sufridas por la OTAN y USA en Afganistán, Siria, Irak y otros lugares que han sido agredidos y escenarios de guerra.

Las amenazas de guerra no son algo extraño en el panorama mundial, ya hace más de 7 décadas o después del término de la Segunda Guerra Mundial, que han sido constantes las escaramuzas; guerras de baja intensidad; espionajes a todos los niveles y mediciones en el plano de la capacidad militar incluyendo la disputa por el control del espacio aéreo o guerra satelital. La llamada Guerra Fría es la mejor expresión de esas amenazas constantes.

Las pujas actuales tienen como elemento diferente a otras etapas el hecho de que las disputas no se dan entre dos polos de poder, como ocurría entre la URSS y EEUU; sino que las confrontaciones de ahora tienen varios actores en escenas; tales son los casos de China y Estados Unidos en una escaramuza de confrontación o guerra comercial y militar; la confrontación entre Estados Unidos-OTAN y la Federación Rusa; así como otros pequeños bloques encabezados por Irán, Turquía, India, Arabia Saudita y otros ; pero en definitiva se trata de una recomposición de fuerzas en el plano internacional o dicho de otra manera; venimos de superar aquella situación coyuntural en la cual existía un Mundo Unipolar, con Estados Unidos hegemónico ante la escisión de la URSS y ahora existe un Mundo Multipolar en el cual se tiende a redefinir la situación de correlación de fuerzas .

A todo lo anterior se suma el hecho de que Estados Unidos como principal potencia mundial aparece debilitado en el plano interno y externo, aun aparente lo contrario, los ejemplos para justificar tal afirmación son bien conocidos.

Creo que hasta podemos hablar del bloque latinoamericano y caribeño, conformado aunque de forma débil, por aquellas naciones (Cuba, Venezuela, Nicaragua, México, Bolivia y en perspectivas Honduras, Chile y Brasil), que se han resistido a aceptar la hegemonía imperial norteamericana y han optado por ejercer derechos de soberanía sobre sus territorios, aun a un alto costo por los bloqueos comerciales y diplomáticos y puede decirse que ese conjunto de Estados forman parte de las amenazas, aunque no sobre todos ellos se verifica el afán de dominación que puedan tener los bloques principales .

Las amenazas de guerra aparecen cuando el Orden Mundial está roto desde el momento en que la ONU dejo de desempeñar su rol de ente arbitral de las relaciones internacionales; es decir, desde el momento en que Estados Unidos y otras potencias decidieron obviar este compromiso de convivencia pacífica acordado en la ciudad de

San Francisco, California en octubre del 1945.

Luego de los comentarios anteriores, la pregunta obligada es,  HACIA DÓNDE NOS CONDUCEN ESTAS AMENAZAS?

Las respuestas pueden ser diversas, pero todas deben partir del hecho de que se trata de disputas por la hegemonía y el control de mercados y territorios. También hay que entender que al margen de la existencia de armas de destrucción masivas, el uso de las mismas tiende a revertirse contra su accionante, es decir, que desde la famosa Guerra Fría existe claridad en el sentido de que tales armas serán usadas casi siempre más como elemento de disuasión , que como de uso real.

En fin; creo que los rusos le bastarían con que sus socios le ofrezcan la seguridad de que no admitirán a Ucrania dentro de la OTAN y de que no habrán tropas o armas de la OTAN cerca de sus fronteras, en caso contrario considero que estarían ocupando Ucrania próximamente.

En el caso de China creo se conformaran con el hecho de que no le toquen los asuntos relativos a Taiwán, Hong Kong y la situación de las minorías de su país, los asuntos relativos a su comercio e industria lo seguirán manejando de forma pragmática.

No descartemos, que tanto chinos como rusos pueden pactar con Estados Unidos sobre nuevos tratados relacionados con asuntos como regulación de las armas de destrucción masiva; cambio climático y ojalá que también acordaran algo en relación al papel de la ONU en las relaciones entre los Estados y varios aspectos de interés mundial, como salud, educación, medio ambiente y otros.

Me atrevo asegurar que no habrá guerra por aquello de que las clases sociales no se suicidan y ocurre que los actores envueltos en las disputas mundiales responden al mismo interés capitalista, aunque revestidos de matices diferentes, como es el caso de Rusia y China que todavía conservan rasgos del sistema que sustituyeron, pero en definitiva; se trata de luchas por dominio de mercados y territorios, no hay mucho de diferencias políticas e ideológicas como ocurrió durante muchos años entre el bloque soviético y el bloque occidental.



El Día

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