Las amenazas al Plan de Seguridad Ciudadana

Las amenazas al Plan de Seguridad Ciudadana

Las amenazas al Plan de Seguridad Ciudadana

El DÍA realmente cree que las máximas autoridades del Ejecutivo tienen la firme determinación de poner a marchar el Plan de Seguridad Ciudadana que se inició hace dos semanas con un programa piloto en el barrio de Cristo Rey, del Distrito Nacional.

Pero esa determinación solo tiene sentido si se enfrentan todas las aristas del problema de la violencia y se le pone un énfasis especial a vigilar la idoneidad de los agentes policiales y del Ministerio Público.

El principal obstáculo para el éxito de ese plan de seguridad es la corrupción policial y la complicidad en las fiscalías barriales.

Esas instancias son parte del problema.
Si se quiere avanzar en el Plan de Seguridad, hay que sanear a los miembros del Ministerio Público y la Policía Nacional que hasta ahora han sido corresponsables del problema.
Cristo Rey fue escogido para el plan piloto por ser uno de los sectores con más elevados índices en los principales indicadores de violencia y delincuencia.

Las estadísticas no mienten, aunque no reflejen toda la información.
La degradación de entidades comunitarias unida a la corrupción de las instituciones estatales con presencia en ese sector ha destruido gran parte de la mística de Cristo Rey.

El presidente Luis Abinader ha mostrado gran determinación para poner en marcha el Plan de Seguridad ciudadana.

El proyecto piloto implementado en Cristo Rey debe incluir abrir la manguera para sacar todo el estiércol de los cuarteles y fiscalías.

Así se puede empezar a generar confianza en la población que le teme más a las autoridades que a los delincuentes clásicos.

La ciudadanía tiene el deber de integrarse al Plan de Seguridad Ciudadana y acompañar a las autoridades sanas en el proceso de adecentamiento social.
La colectividad de Cristo Rey tiene la oportunidad de darle un ejemplo al país.