Las joyas azul intenso son las más valoradas y codiciadas en el mercado nacional e internacional. Elieser Tapia
BARAHONA.-La belleza y particularidad del larimar, la piedra nacional de la República Dominicana, la posiciona dentro de las más valoradas y exclusivas en el mundo de la joyería.
El valor de esa roca endémica ha trascendido con los años.
En el sector turístico se ha convertido en una marca del país, mientras que en las infraestructuras hoteleras y en las tiendas de regalos de las diferentes zonas turísticas su apreciación es tal que son las más vendidas y codiciadas en el mercado nacional e internacional.
Esta piedra semi preciosa, originaria de la provincia de Barahona, forma parte del sustento de los provincianos, quienes de diversas maneras generan ingresos económicos para el sustento de sus familias.
De acuerdo con el presidente de la Asociación de Artesanos de esa provincia, Brunildo Espinosa, esa roca es el “oro azul” de esa región, ya que representa la principal actividad económica de la zona.
Explica que a través de la escuela de larimar, la calidad de vida de la población tiende a mejorar, ya que más de 160 jóvenes están capacitados en el área de artesanía, lo que permite que emprendan y formen sus propios negocios.
Los artesanos de esa región poseen el apoyo de Banca Solidaria y además la facilidad de vender sus joyas en la tienda-museo de la referida escuela, donde según la supervisora de la entidad bancaria, Dayani Ferreira, sus ventas alcanzan los 300 mil pesos mensuales.
El larimar fue declarado patrimonio cultural mediante la Ley 296-11 en 2011, por ser la única piedra azul o pectolita en la República.
Esta es comercializada frecuentemente en las zonas turística del este, norte y Santo Domingo, por los artesanos, quienes también la exportan tallada a otros países.
Otros aprovechan la popularidad de la piedra para tratar de evadir la ley que prohíbe su exportación en estado natural, para tratar de llevarla a China y Estados Unidos, denunció Espinosa.
Valor de las joyas
Los precios de los accesorios en base de larimar están relacionados con la calidad de la piedra y el tallado de las piezas. En la mayoría de las joyerías de Santo Domingo las sortijas se pueden obtener a precios que van desde RD$500 hasta RD$ 60,000.
El empresario de la joyería Capriles, Wilberto Capriles, sostuvo que la perla azul en el mercado nacional es vendida por RD$200 cada onza, aunque no existe un estándar especifico, ya que depende de la intensidad del color y de la calidad del tallado.
Marca país
De acuerdo a joyeros y artesanos dominicanos, la piedra es comprada por los extranjeros porque es única.
Según Jorelis Caridad y Mariano Rodríguez, ambos gerentes de tiendas- museos de larimar en Santo Domingo, tanto nacionales como visitantes adquieren sortijas en larimar para regalos y recuerdos, porque es una marca país.
Siempre que viajo a República Dominicana tengo que comprar estas hermosas joyas ”, manifestó Adalgisa Báez, una turista que compraba regalos para sus hijos residentes en Puerto Rico.
Apreciación
Las diferentes gamas de la piedra elaborada son apreciadas por los visitantes de China, India y Estados Unidos como la piedra de la armonía o el recuerdo idóneo de la visita a la nación, siendo las joyas de color azul intenso las más costosas, mientras que las de textura claro y verdoso mantienen un precio estándar.
La creatividad de los artesanos varía de acuerdo a la imaginación de los artistas, los cuales construyen desde delfines, , elefantes, esferas, aretes, collares, anillos, colgantes, esposas y porta papeles.
Control
—1—Regulación
El Ministerio de Energía y Minas regula la exportación de la piedra para mantener los criterios nacionales de control, niveles de reserva, estándares calidad, fomentar la mano de obra local y elevar el crecimiento económico de los artesanos.
Larimar orgullo de Barahona
Ingresos. Moradores de la provincia de Barahona exhiben con orgullo los logros obtenidos por el larimar. Uno de esos es el comerciante Manolo Guevara, quien con los ingresos obtenidos de la piedra pudo pagar los estudios universitarios de sus cuatro hijos. Mientras que Fabio Betances decora su casa de larimar.