La visita al ginecólogo debe ser buena costumbre

La visita al ginecólogo debe ser buena costumbre

La visita al ginecólogo debe ser buena costumbre

“La visita al ginecólogo debe ser una buena costumbre en el cuidado de la salud de la mujer, a partir de que inicie la vida sexual activa, o desde los 21 años de edad”, dice Eleazar Santana.

La única forma de prevenir el cáncer cérvico uterino y capturar las lesiones tempranamente es haciendo una citología y un examen físico, según el doctor.

Promueve la visita anual al ginecólogo para evitar la odisea de tener que enfrentar un cáncer tan prevenible como el de cuello uterino. Recuerda que las evaluaciones periódicas, tanto vaginales como de las mamas, son un hábito que debe durar para toda la vida.

Exhorta a las jovencitas que no tienen actividad sexual ni alcanzan los 21 años de edad que asistan al pediatra ante cualquier síntoma, quien tratará el problema o lo referirá a un subespecialista según convenga.

Algunos desórdenes endocrinos y el inicio de relaciones sexuales en la adolescencia temprana son causa frecuente de visita al ginecólogo.

A partir de los 40 años de edad empiezan a presentarse la mayoría de las problemáticas tumorales en la mujer, tanto de las mamas, como del cuerpo de la matriz. Advierte que para llevar a cabo cualquier tratamiento es importante que primero se haga un diagnóstico certero, “no es bueno medicarse si no se sabe con seguridad cuál es la enfermedad”, dice.

Santana critica el uso de duchas vaginales y óvulos después de cada menstruación. “Usted no está sucia, el interior de la vagina se limpia solo”, enfatiza.



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