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La vida al borde del río Isabela: un retrato de contaminación y resistencia

El Decreto 531-25 ha traído esperanza tanto a sectores ambientalistas como a personas en las márgenes del Ozama e Isabela. Contaminación. Se han convertido en vertederos.

Muchas de las casas del entorno   vierten sus desechos directamente hacia  el río Isabela.   Olga de la Cruz
📷 Muchas de las casas del entorno vierten sus desechos directamente hacia el río Isabela. Olga de la Cruz

Santo Domingo.-Entre montones de basura, mosquitos, malos olores y aguas contaminadas transcurre la vida de cientos de familias que habitan en la ribera del río Isabela, en el Distrito Nacional.

Allí, los niños juegan cerca de charcos grises y los envejecientes respiran un aire saturado de desechos.

“Por aquí hay muchísimos niños enfermos por eso; hasta los viejos estamos enfermos. Aquí hay de todo. Lo que más ataca son los más pequeños”, cuenta Juan Sánchez, un comunitario que ve con impotencia cómo su barrio se convierte en un foco de enfermedades.

Aunque los camiones de basura pasan varias veces al día, la acumulación de desechos supera cualquier esfuerzo. Las bolsas se amontonan en las esquinas y terminan arrastradas por el río, que ya no es un recurso sino un vertedero al aire libre.

Darío Jiménez recuerda que antes se organizaban limpiezas y desyerbes, pero esas jornadas quedaron en el olvido. “Cuando llueve, con el lodo todo se pone feo. El río se desborda y la basura vuelve a nuestras casas”, relata.

La comunidad de La Zurza cuenta con un afluente de aguas cristalinas.

A pocos metros del cauce todavía brotan zurzas naturales, aguas claras que en otro contexto serían un atractivo. Niños y adultos las usan para refrescarse, pero entre escombros y desperdicios el paisaje se ha deteriorado.

“Esas surzas son de lo poco que tiene el barrio. Los niños disfrutan ahí. Una vez tuvimos que hacer un canal para que el agua fluya y no se desborde, pues llenaba todo el barrio”, dice otro morador.

Contaminación
La contaminación por basura es más que un problema estético: es la acumulación de desechos sólidos en el agua, el aire y el suelo que degrada los ecosistemas y enferma a las comunidades.
Entre plagas, malos olores y riesgos sanitarios, la vida en la ribera del Isabela es una lucha diaria por respirar y sobrevivir.

Varias cañadas cargadas de desechos terminan en el río.

El decreto
Esta semana el presidente Abinader emitió el Decreto 531-25 que declara de “alta prioridad” la recuperación y regeneración física, urbana y ambiental de los ríos Ozama e Isabela, afectados por contaminación, urbanización desordenada y asentamientos en zonas de alto riesgo.

La intervención incluirá sectores de Santo Domingo Este como Oxígeno, La Isla, Ribera del Ozama, Las Lilas y Canta la Rana; de Santo Domingo Norte, como Las Malvinas y La Nueva Barquita; y del Distrito Nacional, incluyendo Capotillo, La Zurza, Gualey y Nuevo Domingo Savio.

Aunque el Decreto 531-25 ya fue anunciado por el presidente Luis Abinader, lo que hoy resuena en la ribera del río Isabela es la mezcla de esperanza y escepticismo de sus moradores. En el sector La Zurza, del Distrito Nacional, familias que viven a pocos metros del afluente dicen esperar que esta vez la promesa no se quede en el papel.

Promesa sin cumplir
Nancy Morillo, madre soltera de cuatro hijos, recuerda que en el pasado las autoridades también hablaron de reubicación y saneamiento sin resultados.

“Uno tiene muchos años oyendo que habrá un desalojo para reparar el río y nunca hacen nada. En una ocasión vivía más cerca del río, nos desalojaron, nos dieron dinero y una carta para recibir una vivienda. Ahora pago alquiler y solo me quedan los líos, una carta y la pérdida de mi casa”, relató. Pedro Santana, líder comunitario, cree que si la medida se cumple podría ser “la última esperanza” para cientos de familias que viven con temor cada temporada ciclónica.

“Cuando intervengan el saneamiento del río Isabela la vida les cambiará. Ya no tendrán ese miedo de que el río crezca y se lleve sus pertenencias o, peor aún, pierdan la vida”, afirmó.

El dirigente añadió que existen fórmulas para reubicar o indemnizar a las familias más vulnerables y mejorar las viviendas de quienes puedan permanecer en la zona.

La vida al borde del río Isabela: un retrato de contaminación y resistencia
El decreto encomienda al Ministerio de Medio Ambiente la responsabilidad técnica y ambiental del proyecto.

A cargo de URBE

— Límites
El decreto establece los límites geográficos propuestos y dispone que para la ejecución de los trabajos necesarios en la intervención dispuesta en el decreto, se designa a la Unidad Ejecutora para la Readecuación de Barrios y Entornos (URBE).

Gobierno abre licitación para obras
Trabajos. La Unidad para la Readecuación de Barrios y Entornos (URBE), adscrita al Ministerio de la Presidencia, anunció la apertura de la licitación para dar inicio a la primera etapa del Proyecto de Recuperación de la Margen Oriental del río Ozama, específicamente en el barrio Las Lilas, Santo Domingo Este.

Esta fase inicial contempla la protección del borde del río y la estabilización de suelos, sentando las bases para un plan integral que transformará la ribera en un espacio seguro, ambientalmente sostenible y digno para sus comunidades.

El proyecto incluye obras de urbanismo, infraestructura recreativa y deportiva, paisajismo, iluminación pública, adecuación de infraestructuras existentes y equipamientos para la zona.
Con ello se busca contribuir al saneamiento del río Ozama y a la mejora de la calidad de vida de los habitantes, reafirmando el compromiso con la recuperación urbana y ambiental.

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