Una de las explicaciones oficiosas puestas a caminar ayer tras los hechos en la fortaleza Santa Bárbara, de Samaná, contaba que las bajas eran presos trasladados desde La Victoria.
Las autoridades penitenciarias no habían confirmado este dato, pero llama la atención que el proceso para identificarlos le tomara un tiempo más extendido de lo que fuera de esperar en una cárcel de sus dimensiones.