Poca sorpresa despierta un motín en la penitenciaría de La Victoria. Lo lamentable es que siempre se reportan muertos en trifulcas entre reclusos enfrentados por el control de la cárcel.
También es lamentable que siempre haya armas blancas o de fuego envueltas en los enfrentamientos, además de que muchos de esos hechos se quedan en sombras.
Es decir, que los principales implicados o responsables nunca reciben las sanciones que pudieran exigirse por ley, ya que siempre hay complicidades de parte de los propios internos.
A veces los motines se han producido en las cárceles para los privados de libertad intentar evitar ser trasladados a otros penales como forma de mantener el control del recinto.
Los tres muertos registrados este domingo en La Victoria merecen una explicación de parte de las autoridades de Prisiones o de la Procuraduría General de la República, a parte de que hay que investigarse la procedencia de las armas usadas para cometer el hecho.
El diálogo
Transcurrida la primera semana sin docencia, lo conveniente sería que este lunes haya un primer acercamiento entre el Ministerio de Educación y de la Asociación Dominicana de Profesores, así como los demás actores del sistema, para evaluar la mejor solución que garantice que la normalidad vuelva a las escuelas, ante la tendencia, cada vez más preocupante de Covid-19 por causa de la variante Ómicron.
Un conflicto permanente entre las autoridades y los profesores no puede ser el camino más expedito, cuando existe la vía del diálogo a la disposición.
