Por Lily Montaño

Lo que mereces. Uno de los patrones aprendidos que como sociedad en cierto modo enferma vivimos es el de no sentirnos merecedores. Algunos arrastrando condicionamientos ancestrales, otros más culpas que le hacen negarse a recibir.

La verdad es que todos somos merecedores y la fuente creadora ha dispuesto que sea así para todos y que ni lo que haces ni de dónde vengas te hace menos apto para ello.

Todo puede comenzar desde lo más sencillo como negarse a recibir un halago, un reconocimiento y hasta ser dadores, pero no estar abiertos a recibir, cuando es lo mismo.
Incluso influye lo que decimos: “era demasiado bueno para ser verdad”, “no se hubiera molestado”, “por nada”, “la felicidad dura poco”. Siempre habrá regalos aguardando por nosotros, solo esperando nuestro sí para poderlos recibir.

Lilymontanogrullon@gmail.com