Santo Domingo.-Pese a existir una resolución que prohíbe esta práctica, la venta de “chips” para celulares en las calles ha vuelto a resurgir en el Distrito Nacional, especialmente en el mercado de la Duarte, donde es regular ver jóvenes ofertando estas líneas preactivadas.
Se trata de una venta sin control en la que normalmente el ofertante no exige un documento de identidad al adquiriente como establecen las normas.
Esta situación provoca que la línea pueda ser utilizada sin que las autoridades puedan determinar de forma correcta quién es su operador.
La resolución que prohíbe esta práctica por ser considerada un caldo de cultivo para la delincuencia e incluso para el crimen organizado fue anunciada en 2014 por el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel).
En ese año el organismo especificó que se cumplían seis meses de prórroga que habían otorgado a las compañías telefónicas para que se abstuvieran de vender “chips” sin que los usuarios presentaran sus identificaciones.
Según el reporte de mayo de este año del Indotel, en el país hay 6.5 millones de líneas prepago en operación, pertenecientes a las diversas compañías prestadoras de servicios.
En 2010 el número de estas líneas era de 7.4 millones.
La venta
Por lo regular estos “chips” son vendidos en lugares públicos de mucha concurrencia y su precio es RD$100, aunque algunos los despachan más baratos.
Los ofertantes no tienen restricciones a la hora de vender, por lo que a una sola persona le pueden despachar hasta cinco de estas líneas listas para ser usadas en cualquier aparato móvil. Al conversar discretamente con uno de los que ejercen de comerciantes afirma que este es su modo de sustento.
Advertencia
El experto en temas de tecnología Hiddekel Morrison llamó ayer a las autoridades a tomar control de la situación, la cual calificó como un grave peligro de seguridad pública.
“Esto además facilita la activación de dispositivos móviles o celulares robados, que es uno de los delitos de menor grado que en ocasiones tiene derivaciones funestas, como asesinatos”, indicó Morrison.
Explicó que por lo regular estos “chips” (SIM Card) son activados con cédulas de cualquier ciudadano sin su consentimiento.
“Cualquier delincuente adquiere uno de estos “chips” y puede hacer cualquier coordinación de acto delictivo utilizandolo, que van desde secuestro, robos, narcotráfico, violaciones y cuando la Policía hace una investigación de ese número resulta que van donde el ciudadano que nada tiene que ver con quien lo usaba”, concluyó.