La Junta de Vecino Cristal Marie de el sector La Ureña en Santo Domingo Este piden a las autoridades ir en su auxilio ya que enfrentan desafíos críticos que afectan la calidad de vida de sus habitantes.

Las calles, plagadas de baches y en un estado de deterioro constante, se han convertido en un símbolo de las necesidades infraestructurales que aquejan a la comunidad. Esta situación no solo dificulta el tránsito diario, sino que también afecta el comercio local y la seguridad vial.

Además, el acceso a agua potable sigue siendo una lucha diaria para muchos residentes. La irregularidad en el suministro y la calidad del agua ha llevado a una creciente preocupación por la salud y el bienestar de la población, especialmente en tiempos donde la higiene es fundamental.

Manuel de la Rosa, presidente de la junta de vecinos Cristal Marie en el sector de La Ureña pide a las autoridades ir en su auxilio, ya que no es la primera vez que solicitan al gobierno la construcción de varias obras para mejorar la calidad de vida de los munícipes.

“Más que un reclamo es un llamado a las autoridades competentes, principalmente al presidente de la República, al ministro de obras públicas, estamos reiterando este llamado, para que se nos asfalte las calles, para que se hagan aceras y contenes, estamos cansados de tragar polvo y de chapalear lodo”. Afirmó Manuel de la Rosa.

Por otro lado, la delincuencia en el sector La Ureña ha ido en aumento, generando un clima de inseguridad y temor entre los vecinos. La falta de un destacamento policial en la zona ha exacerbado el problema, dejando a los residentes con pocas opciones para buscar ayuda y protección.

Los habitantes del sector La Ureña hacen un llamado urgente a las autoridades para abordar estas problemáticas. Exigen la reparación y mantenimiento de las calles, un sistema de suministro de agua potable fiable y medidas efectivas para combatir la delincuencia, incluyendo la instalación de un destacamento policial. Estas no son solo necesidades básicas, sino derechos fundamentales para garantizar una vida digna y segura para todos los miembros de la comunidad.