Hace muchos años que no ha sido necesario el llamado a una tregua en el activismo de los partidos, ya que el mismo accionar de la cotidianidad de la población ha obligado a los dirigentes a tener que cambiar de táctica para no “fastidiar” cuando la gente está envuelta en las festividades.
Antes era urgente que la Iglesia católica, en la voz de Nicolás de Jesús López Rodríguez y otros religiosos tuviera que pedir que el asueto de Navidad y de Año Nuevo fuera respetado, al igual que la Semana Santa.