En este año no hubo que plantearse la necesidad de una tregua política con motivo de la Navidad y Año Nuevo.
El activismo político ha estado prácticamente muerto durante estos días festivos, consecuencia inclusive del resquebrajamiento que hoy existe en los partidos de oposición, facilitando que el Gobierno se desenvuelva con total libertad y sin ninguna presión de sus adversarios.
En años anteriores la Iglesia católica y otros sectores tenían que abocarse a instar a las fuerzas políticas a la necesidad de un cese en sus actividades, lo que no ha sido necesario en este 2014.
¿Y a partir de 2015?
Por ser preelectoral el año próximo activará el proselitismo de los partidos, pero más hacia lo interno de cada estructura, principalmente en el proceso de selección de sus candidatos para la Presidencia, el Congreso Nacional y las alcaldías.
Esta situación propiciaría que el presidente Danilo Medina y su gestión continúen sin la presión de los opositores y otros grupos sociales.