Teodoro Tejada.
La República Dominicana y Centroamérica, cada año registra el paso de Fenómeno Naturales en el periodo de la temporada ciclónica, desde el 1ro de junio finalizando el 30 de noviembre. En este año se espera sea menos activa, debido al fenómeno de, El niño, en el cual la sequía es más prolongada y la temperatura mas caliente.
No obstante, el paso de la Tormenta Franklin, provocó fuertes aguaceros, causando desbordamientos de ríos y arroyos, por falta de canalización y las degradaciones de las cuencas altas produciendo inundaciones.
Esas inundaciones y derrumbes, muchas veces los daños producidos, no son por las grandes cantidades de precipitaciones caídas, si no por las condiciones del terreno, ya sea por larga sequía, grandes fuegos forestales y deforestación, haciendo que, el agua caída se infiltre de manera muy lenta al suelo, provocando que bajen de maneras torrenciales produciendo deslaves
Estos fenómenos naturales, constantemente se convierte en desastres naturales porque, los gobiernos que, hemos tenidos en el país en los últimos 40 años, los presidentes de la república, convocan a reunión a los organismos de socorro ante la amenaza del paso de un fenómeno atmosférico y no para prevenir sus efectos dañinos.
Por años miles de familias residentes en las zonas de influencia de ríos, lagunas y cañadas han sufrido los rigores de las grandes crecidas, perdiendo decenas de sus parientes que han sido arrastrados por las grandes avenidas de esas fuentes y nada se hace para evitarlo.
Producidas las catástrofes, afectando siempre a los más vulnerables de la población, los principales funcionarios del estado salen, con las intenciones de resolver los problemas por las inundaciones. Destacando que, si el gobierno se reúne para planificar antes de que ocurra el evento, los danos seria mínimos.
El Centro de Operaciones de Emergencia (COE), informo el pasado jueves 24 de agosto del año en curso 2023 que, por el paso de la Tormenta Franklin, fueron afectadas 678 viviendas, 24 comunidades incomunicadas, 3.390 movilizadas de sus hogares, 30 circuitos eléctricos fuera de servicio con 27,329 usuarios afectados y 91 acueductos, manteniendo sin el servicio de agua a 1,289,083.
La Academia de Ciencias en un estudio realizado, determinó que las inundaciones históricas y catastróficas producidas en casi todo el país a finales de octubre y en el mes de noviembre del 2016, se debieron al agravamiento del deterioro de las cuencas hidrográficas en las últimas cuatro décadas, para esa ocasión, alcanzando altos niveles de degradación en los ríos. Hoy podemos decir que, las condiciones siguen igual.
Agregando, la falta de mantenimiento rutinario en canales de riego, cañadas, cunetas longitudinales y transversales, la ausencia de limpieza de pozos filtrantes e imbornales y una campaña de educación a la población de no tirar las basuras a las calles, originan también grandes inundaciones de calles, caminos vecinales y carreteras que, aíslan comunidades, causando con ellos grandes pérdidas de vidas y económicas. Lo peor es que, cada año se repite lo mismo.
